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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

El exceso de agua dulce pone en riesgo la producción de almeja en los parques de Carril

Las consecuencias del temporal de lluvia que estos días ha azotado la fachada marítima arousana no sólo ha provocado daños en tierra, sino también en el mar. El arrastre de grandes cantidades de agua dulce a los parques de cultivo de Carril hace peligrar la supervivencia de bivalvos como la almeja tanto en las zonas de marisqueo a pie como de a flote. Así lo comunicaron ayer miembros de la Cofradía y de la Agrupación de mariscadores que insisten en que será en unos días cuando se conocerá el verdadero impacto de las lluvias en los viveros.
Lo que sí es cierto es que a día de hoy los biólogos del Pósito carrilexo ya han recogido muestras (dentro de un estudio que se realiza de forma periódica) en diversos puntos del área correspondiente a su demarcación con la finalidad de determinar qué especies se han visto afectadas, en qué número y, sobre todo, en qué zona. Según comentaba ayer el patrón mayor de la Cofradía, Fernando Franco, los resultados se conocerán previsiblemente a finales de esta semana y será entonces cuando se establecerá un protocolo concreto de actuación para recuperar las zonas más perjudicadas.
La mortandad de la almeja, tanto babosa como fina y japónica, ya se registró en los parques carrilexos a finales de la semana pasada aunque, según reconocen desde la Agrupación, “no en índices de alarma”. La preocupación llega ahora por las fuertes lluvias del fin de semana, pese a que las mariscadoras han parado en las jornadas festivas por lo que, inciden, “no hemos podido comprobar los daños reales aunque nuestra experiencia dice que serán cuantiosos”.
Los mariscadores de este enclave vilagarciano manifiestan que la pérdida de salinidad en las aguas es “letal” para la supervivencia de la almeja, mucho menos resistente que el berberecho a las adversidades meteorológicas.
No es la primera vez que Carril pierde buena parte de sus bivalvos a consecuencia de las fuertes lluvias, una situación que se repite sobre todo a raíz de los incendios de 2006 que incidieron sobre todo en la capacidad de absorción de la superficie forestal.
La pérdida de los citados moluscos supondría la obligación por parte de los sectores afectados de volver a plantar la almeja en los enclaves más afectados, así como un importante revés para la economía de las decenas de familias que viven del marisqueo en Carril.

Fuente: Faro de Vigo

 

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