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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

La Bandera Azul ondea por primera vez en el Centro de Interpretación de la Ría

El Centro de Interpretación de la Ría de Arousa (CIRA) ha conseguido hacerse por primera vez en su historia con una Bandera Azul. La insignia ondea ya en las instalaciones ubicadas en las inmediaciones de la vilagarciana playa de Compostela, que no ha tenido la misma suerte y continúa sin ser capaz de reunir los requisitos de calidad necesarios para recuperar una distinción perdida hace años.
Las características de un edificio diseñado por el arquitecto César Portela han sido bien valoradas por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), encargada de conceder unos galardones que cada verano codician arenales, centros de interpretación y puertos deportivos. 
Aunque la excelencia del emplazamiento del CIRA es cuestionable, tal y como demuestra la pérdida de Bandera Azul de A Compostela, las vistas a la isla de Cortegada, incluida en el Parque Nacional das Illas Atlánticas, y a los parques de cultivo de almeja de Carril, han pesado a la hora de otorgar la distinción.
También lo han hecho los servicios prestados como centro dedicado a la información y atención turística y a la divulgación del valor medioambiental de los distintos municipios ubicados en la ría de Arousa.
Aunque Vilagarcía puede presumir nuevamente de contar con una Bandera Azul en su territorio, cabe señalar que hace años que la playa de Compostela y el puerto deportivo perdieron esta distinción, que todavía no ha vuelto a esos emplazamientos.
A la playa de Compostela llegan periódicamente vertidos, procedentes tanto de posibles sentinazos como de fallos o conexiones ilegales en la red de saneamiento.
Hace tiempo que las mariscadoras de a pie de la cofradía de Carril, que faenan en una zona del arenal, protestan por encontrarse demasiado a menudo faenando entre restos de excrementos; o por la llegada de sustancias de apariencia oleosa como la que hace algunos meses acabó con la vida de una buena parte del marisco de la zona.
El anterior gobierno local inició ya antes de Semana Santa un estudio de la red de saneamiento del entorno del riachuelo que baja desde Guillán y que desemboca en el extremo de la playa de A Concha más próximo al puerto. El estudio permitió detectar conexiones ilegales que fueron solventadas, pero dejó pendiente la canalización del cauce para evitar nuevos episodios contaminantes. 
Más allá de los periódicos vertidos, lo cierto es que la propia presencia en el arenal de las mariscadoras ha generado polémica, y tanto algunos usuarios como los comerciantes se han postulado en contra de los usos marisqueros en una playa urbana.
Ya antes del verano la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán, y el de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, Carlos Oubiña, se aliaron para reclamar una regulación de usos en el arenal, pues están convencidos de que una zona que en una zona que quiere potenciarse turísticamente los bañistas no pueden compartir espacio con los que recolectan almeja y berberecho. Además, exigían que se retirasen las varas con las que los parquistas señalan el límite de sus parcelas.
Lo cierto es, no obstante, que entre los argumentos esgrimidos por la Adeac para conceder la Bandera Azul al CIRA figura, precisamente, la proximidad de los parques de cultivo; un recurso del que la propia empresa vinculada al Parque Nacional das Illas Atlánticas encargada de las visitas a Cortegada y Sálvora saca partido, incluyéndolo en el diseño de las rutas ofertadas y en el listado de elementos singulares a potenciar y destacar.

Fuente:Faro de Vigo

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