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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

Carril se enfrenta al temporal para reflotar veinte gamelas hundidas

Carril se enfrenta al temporal para reflotar veinte gamelas hundidas

La solidaridad de las gentes del mar volvió a ser la cara positiva de una jornada catastrófica en Carril, donde el temporal “Gong” hundió alrededor de veinte embarcaciones en zonas como Rompeolas, A Rosa y O Bao. Durante horas, los afectados se afanaron en tratar de recuperar unas embarcaciones en las que el agua penetró hasta el motor y el viento las empujó contra piedras y pantalanes destrozando partes de su cubierta. Para ello, contaron con la ayuda de sus vecinos que colaboraron de una u otra manera. Ataviados con chuvasqueros y botas de agua, familias enteras no dudaron en adentrarse en un mar picado, mientras el viento no dejaba de soplar y la sensación térmica era de mucho frío a pie de muelle. Achicando agua desde su embarcación se podía ver a Moncho Abelenda, más conocido como “Pasiensias”, un experimentado marinero con ocho décadas a sus espaldas. Mientras tanto, otros vecinos llevaban a la zona bebidas calientes y mantas, un gesto para el que tuvo palabras de agradecimiento la patrona mayor de Vilanova, Evangelina Lago, que fue una de las afectadas. “Foi moi emocionante, deron o exemplo que outros non souberon dar”, dijo.

Y es que la indignación era palpable en Carril, donde echaron en falta la presencia en los muelles, “coa súa xente”, del patrón mayor.

Fernando Franco, por su parte, lamentaba lo sucedido, pero advertía que los hundimientos lo habían cogido fuera de Carril. “Tan pronto me llamó la patrona mayor de Vilanova envié un vigilante para que les ayudasen a reflotar los barcos, pero son cosas que pasan con los temporales”, señaló. Asimismo apuntó que la mayoría de las embarcaciones estaban en zonas que no eran de amarre. En este punto incidió, el vicepatrón del pósito de Santiago Apóstol, Jose Manuel Diz, quien aseguró que “cada un debe ter conta da súa embarcación e non é culpa de ninguén os efectos de este temporal”. En esta misma línea, destacó que la mayor parte de los barcos que ayer sufrieron percances a causa de los fuertes vientos y lluvia no disponían ni siquiera del permiso de Capitanía Marítima para estar en esa zona.

Tras la lucha contra los elementos, que se alargó durante toda la mañana y parte de la tarde, llegó el momento del balance. “Muchos dieron ya su barca por perdida”, aseguran Jorge Ventoso, de Rianxo, que logró recuperar la suya gracias a la ayuda de un vecino de A Illa que “no tuvo tanta suerte”.

Varios buzos y una lancha de la cofradía de Vilanova participaron también en las tareas de rescate y al final del día solo tres gamelas, de las veinte que se hundieron, permanecían bajo el agua. En cualquier caso, las embarcaciones recuperadas sufrieron importantes daños y el coste de la reparación puede llegar a ascender a 11.000 euros.

Fuente:Diario de Arousa.

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