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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

Los biológos inician la toma de muestras para determinar la mortandad de marisco

Los biológos inician la toma de muestras para determinar la mortandad de marisco

En el sector marisquero el dicho popular de "después del temporal llega la calma" se aplica al cien por cien. Pero a veces esa calma trae malas noticias. Lo saben a la perfección las mujeres arousanas que cada día se arman de botas y rastrillo para salir bien temprano a faenar cuando se lo permite la marea. Sin embargo, a veces son otros factores los que impiden a las mariscadoras de a pie bajar a la playa. La consecución de las ahora denominadas ciclogénesis explosivas ("temporales los hubo toda la vida", apostillan en el sector) han ocasionado una alta mortandad de almeja al descender los niveles de salinidad. Los cultivos de Carril figuran entre los más afectados debido a su ubicación en la desembocadura del Ulla, donde la presencia de agua dulce es más elevada. De hecho las mariscadoras carrilexas han decidido cerrar sus zonas de explotación con la esperanza de que la almeja debilitada pueda recuperarse. Los mismo esperan los rañeiros, que desde hoy y hasta el viernes tienen prohibido trabajar en Os Lombos, el principal banco de libre marisqueo de la ría.

Ahora que los temporales parece que dan un respiro al sector, toca evaluar los daños, y para ello biólogos de la Consellería do Mar y de las respectivas cofradías han comenzado a realizar muestreos en distintos puntos de la ría con el objetivo de determinar la mortandad a la que el sector se enfrenta casi cada año.

En el caso de Carril, un experto de la Consellería y otro del pósito que dirige Fernando Franco se desplazarán hoy a las once de la mañana a la playa de Compostela y posteriormente a la de Bamio para muestrear el marisco. La secretaria de la directiva de la agrupación de a pie, Cristina González, comenta que ella y sus compañeras ya llevan casi quince días sin trabajar, primero porque "no había marea" y después porque creyeron conveniente no mover los bancos marisqueros para evitar matar más almeja. La mortandad de almeja en la lonja carrilexa llegó a provocar que la japónica se cotizase a 50 céntimos de euro el kilo.

De las agrupaciones consultadas por este periódico, la carrilexa es la única que ha decidido parar su actividad. Las mujeres de Vilaxoán, Vilanova y Cambados continúan faenando, aunque también han detectado marisco muerto. Sin embargo, los precios en sus respectivas rulas no fueron tan bajos, lo que anima a las mariscadoras a seguir adelante. "Tenemos que trabajar para poder pagar el seguro", defiende Josefa Calo, presidenta de la agrupación de a pie de Vilaxoán.

La bióloga de la cofradía vilaxoanesa realizó un muestreo el viernes, y las mariscadoras están a la espera de conocer el resultado. "Lo que nos dijo en un primer momento es que parece que hay mucho marisco muerto", advierte Calo.

Las mariscadoras de Cambados tienen pensado ponerse en contacto hoy mismo con el biólogo de la delegación comarcal de Mar para que se desplace cuando pueda a San Tomé y analice la situación, puesto que el experto del pósito cambadés está enfermo. "Trabajamos tanto jueves como viernes, pero no pudimos comprobar el alcance de la mortandad porque no había mucha seca y no se veía bien", explica la presidenta de la agrupación, Isabel Pérez.

La patrona mayor de Vilanova, Evangelina Lago, pone un claro ejemplo de la repercusión de la mortandad en el sector : un día de la semana pasada tuvieron que desechar "40 kilos de japónica de Carril" que no presentaba un estado óptimo. Perdieron unos 200 euros (una media de 5 euros el kilo).

En cuanto a las muestras en Vilanova, fueron tomadas por el biólogo de la Xunta el jueves.

Aplazan los análisis en los parques hasta que el tiempo se estabilice

El presidente de la agrupación de productores de parques de cultivo de Carril, José Luis Villanueva, descarta por el momento meter mano en los viveros para analizar la mortandad porque "no es recomendable". "Esperaremos a que el tiempo se reconponga, por ahora es prematuro", apunta el portavoz del colectivo quel que viven más de 600 familias directamente de 1.200 parques.

A priori, "todos los síntomas apuntan a que habrá una mortandad del 100%", lamenta Villanueva. Con todo, los parquistas carrilexos confían en que dejar parados los viveros sirva para que el marisco ahora debilitado pueda recuperarse. "Por ahora queda algo vivo", agrega.

La agrupación contratará a un biólogo especialista en cultivos marinos solo en el caso de que considere oportuno realizar algún tipo de reclamación.

Fuente:Faro de Vigo

 

 

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