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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

Crece el número de rañeiros arousanos que se suman a la campaña marisquera de Noia

Crece el número de rañeiros arousanos que se suman a la campaña marisquera de Noia

Las malas perspectivas en Os Lombos empujan a los mariscadores a explorar alternativas para los próximos seis meses

Teniendo en cuenta que mañana arranca la campaña de libre marisqueo en Arousa, la ilusión tendría que rebosar en todos los puertos de la orilla sur de la ría. Sin embargo, y dadas las negras perspectivas dibujadas por la experiencia propia y recalcadas por los datos de la Xunta, de ilusión nada. Todo lo más, «expectación polo que vaia a pasar», según explicaba ayer Juan Rial Millán, patrón mayor de A Illa. El panorama es tan oscuro, que este año se ha incrementado el número de mariscadores que han solicitado la baja temporal en las cofradías de Arousa para marcharse a trabajar los próximos meses a la ría de Noia.

Allí, la campaña marisquera arranca el día 6 de octubre. Y por lo pronto, marisco hay. Quizás el berberecho no alcance la talla de otros años, pero al menos abunda. Todo lo contrario de lo que pasa en Os Lombos do Ulla, donde esta especie está arrasada no se sabe si por la marteilia, por la contaminación o por una suma de factores cuyo resultado es nefasto para el sector marisquero arousano.

De A Illa saldrán rumbo a Noia al menos unos 15 mariscadores. De Cambados, más o menos otros tantos. Y también desde Vilanova habrá emigración marisquera. «Vaise máis xente que outros anos», explican en los puertos. Y si bien es cierto que los números no permiten hablar de un éxodo, sí autorizan a esbozar la crítica situación productiva en la que se encuentra sumida la ría.

«A xente busca a vida onde pode atopar algo», explica el patrón de A Illa. Y frases más o menos similares se repiten en los demás pósitos de la orilla sur de la ría de Arousa. «Aquí non hai nada que facer, así que o que pode pagar o alugueiro dos permisos alá, lárgase», explicaban desde Cambados. Ese movimiento hacia el norte no despierta demasiada envidia. «En Noia tampouco están as cousas demasiado ben, e se se empeza a encher de xente de fóra, aínda van ir peor, vaise estragar todo». Pero no falta quien le busca la parte buena a una migración que «cada ano vai a máis». «Se hai quen marcha para Noia, mellor para os que quedamos, que somos menos».

Fuente:La Voz de Galicia

 

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