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Italia reabre el debate en Bruselas sobre la talla comercial de la almeja

Italia reabre el debate en Bruselas sobre la talla comercial de la almeja

El problema con la talla comercial de la almeja se ha reabierto estos días en Bruselas a través del eurodiputado de Medio Ambiente, Marco Affronte. Desde hace cinco años los mariscadores de la zona de Rimini, en el Mar Adriático, se están encontrando con un grave problema con el crecimiento de sus bivalvos, concretamente la almeja,  que les impide alcanzar el tamaño comercial, 23 centímetros. Italia acude a la Comisión Europea  con  varios informes realizados por biólogos que detectan varias causas por las que la almeja de esas zona tiene su madurez en 17 o 18 centímetros.
“Es posible que los cambios de los fondos marinos con menos sustrato pueda estar influyendo, pero este un grave problema para una zona que vive casi exclusivamente de la almeja”, asegura Affronte.  Italia, como primer país que plantea este problema en la Comisión Europea, señala otros países como Turquía donde la talla comercial se reduce hasta los 17 centímetros.  “A nivel europeo la Comisión no puede hacer mucho porque todas estas medidas están incluidas en el plan de descartes que es un plan trienal para los países miembros donde las medidas ya están fijadas”, advierte. Pero, ahora coincidiendo con la renovación de este plan trienal, Italia no quiere dejar pasar la oportunidad para lograr este cambio y lo hace justificándolo con informes biológicos. “Una delegación de la Comisión Europea ha acudido a la zona para comprobar esta situación”, advierte Affronte. Un momento que también podría aprovechar España a través del Ministerio de Pesca para hacer llegar los problemas que en la actualidad existen con la talla comercial de la almeja en algunas zonas, incluida Galicia y la Ría de Arousa en particular. “Se trata de hacer ajustes desde los estados miembros que son los que realmente conocen la realidad de sus producciones”, apunta el eurodiputado italiano.
Los cambios se incluirían, de ser aprobados, en el nuevo plan de descartes para los próximos tres años en el período de 2015-2018.Y es que si bien desde Bruselas se da el visto bueno final, deben ser los estados miembros los que propongan estas medidas para ser tratadas y abordadas en las comisiones competentes de Pesca y Medio Ambiente.

Fuente:Diario de Arousa

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