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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

La agrupación recurrirá el fallo en el Supremo y anuncia que llegará a Bruselas

La agrupación recurrirá el fallo en el Supremo y anuncia que llegará a Bruselas

El TSXG avala la orden de tallas de Mar al tumbar el recurso de los parquistas

El tribunal considera que la agrupación esgrime "razones de interés particular" - Apoya la tesis de la Xunta de fijar un tamaño para aumentar producción y reducir el furtivismo

La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Sección Segunda del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de tumbar el recurso presentado por la agrupación de parquistas de Carril contra la polémica orden de tallas de la almeja del 27 de julio de 2012. El tribunal formado por José Antonio Méndez Barrera, José María Arrojo Martínez y Cristina María Paz Eiroa -la ponente del fallo- echa por tierra cada uno de los argumentos expuestos por el colectivo presidido por José Luis Villanueva contra la normativa de la Consellería do Mar, la cual obliga a los productores de los viveros a vender la babosa con una talla mínima de 38 milímetros, mientras que antes de que entrase en vigor la orden podían comercializarla a cualquier tamaño.

La sentencia considera que "las razones de interés particular relacionadas con el cultivo en parques partiendo de una concesión administrativa y la inviabilidad de alcanzar los tamaños descrita en la demanda no son oponibles con eficacia a las razones administrativas de interés general".

La Consellería do Mar sostiene que para zonas donde la especie muestra problemas de lento crecimiento y elevada mortandad , fijar un tamaño mínimo de 38 milímetros "aumentaría de forma significativa" la producción y se reduciría el furtivismo, dos aspectos que según los magistrados figuran "entre los objetivos de interés general de la política pesquera de la administración" y que por ello respaldan.

La agrupación exponía que la acuicultura de moluscos no afecta a la conservación y gestión de los recursos pesqueros y marisqueros porque no es una actividad extractiva, una afirmación que los jueces rechazan tajantemente al explicar que la acuicultura de moluscos "es explotación re cursos marinos vivos, mediante la cría o cultivo de organismos acuáticos con técnicas encaminadas a aumentar la producción de los organismos en cuestión por encima de las capacidades naturales del medio, y se realiza en el mar", por tanto "la acuicultura afecta al medio marino".

Agrega que por productos de la acuicultura se entienden las especies marinas obtenida por medios técnicos y científicos en todas sus fases de reproducción, desove, crecimiento, preengorde y engorde, así como las capturadas en su medio natural durante la fase de juveniles y cultivadas hasta que alcancen el tamaño apropiado para el consumo.

El TSXG recuerda que la orden de 2012 que recurrió la agrupación de parquistas no es la primera normativa aprobada encaminada a fijar tallas, pues "con el propósito de asegurar el objetivo de la política pesquera de Galicia de conservación de las especies", la Consellería do Medio Rural e do Mar dio luz verde en 1992 a una orden que fue modificada en 2009 y que "regula los tamaños mínimos de extracción y comercialización, entre otras especies, de la almeja babosa".

En relación a la "excepcional inclusión de los parques de cultivo de Carril en el Anexo III de la orden" de 2012 que solicitaba el sector, este "no alega, menos prueba, razones" para ello, apunta el alto tribunal gallego. Tampoco expone motivos "ambientales relacionados con el crecimiento de la almeja babosa y su trazabilidad para la definición de las zonas con líneas distintas".

La agrupación, que se enfrenta a un máximo de 1.500 euros a pagar en concepto de costas, argumenta que los datos de los informes que aporta la Xunta son de bancos naturales, "que nada tiene que ver con la actividad que se desarrolla en los parques de cultivo", concesiones administrativas "en una zona fangosa y totalmente improductiva que se acondiciona con gran cantidad de aporte de áridos adecuados", resultando "totalmente inviable el alcanzar los tamaños" que exige la Xunta.

Villanueva denuncia "un trato discriminatorio" en relación a la acuicultura de mejillón y de pescado

Uno de los argumentos expuestos por la agrupación de parques de cultivo de Carril en su demanda contra la orden de tallas de almeja de la Consellería do Mar es que esa normativa "contraviene el principio de igualdad (...) al otorgar a la acuicultura de moluscos un trato discriminatorio debido a la fijación de tallajes mínimos con respecto al seguido en relación al pescado de acuicultura e incluso a la propia acuicultura de moluscos con lo que respectaría al mejillón".

En este sentido, y en base a la memoria de la Xunta, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) explica que en el caso de los peces, sus ciclos biológicos en la acuicultura intensiva "no tienen conexión alguna con ciclos de las poblaciones salvajes o del medio natural y la trazabilidad durante su cultivo garantiza su origen siendo posible diferenciarlo del capturado en el medio natural".

En el caso del mejillón, "tampoco existe conexión entre los ciclos biológicos porque procede en su totalidad de la acuicultura y a la vista de la dimensión y sostenibilidad en el tiempo de su cultivo no existen razones que justifiquen la necesidad de establecer un tamaño mínimo", reza el fallo judicial.

Por otra parte, los magistrados destacan que la demanda "no dice nada acerca de la imposible diferenciación entre los ejemplares cultivados y los salvajes reclutados en las parcelas dedicadas a la acuicultura y sus consecuencias".

La agrupación recurrirá el fallo en el Supremo y anuncia que llegará a Bruselas

La Agrupación de Productores de Parques de Cultivo de Carril no tira la toalla tras este varapalo judicial. El colectivo presidido por José Luis Villanueva anuncia que interpondrá un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, un trámite para el que dispone de diez días desde la notificación de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

La agrupación de parquistas espera que la Consellería do Mar continúe con el grupo de trabajo constituido entre la administración y el sector para abordar la problemática de la orden de tallas independientemente de la resolución judicial que acaba de emitir el alto tribunal gallego y que respalda la decisión de la Xunta de establecer un tamaño mínimo para la venta de almeja procedente de la acuicultura.

Aparte del grupo de trabajo y de llegar al Supremo con este asunto, los parquistas aseguran que "iniciarán contactos en Bruselas para tramitar definitivamente el tema". Por tanto parece que esta primera derrota en los juzgados no ha mermado ni un ápice la moral de la agrupación para continuar la batalla judicial a fin de que se derogue la orden de tallas que dicen que tanto les perjudica porque hay babosa que cuando alcanza los 35 milímetros ya no se encuentra en su calidad óptima, según dicen.

 Fuente:Faro de Vigo

 

 

 

 

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