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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

Carril experimenta un repunte “preocupante” del furtivismo en sus cultivos marisqueros

Carril experimenta un repunte “preocupante” del furtivismo en sus cultivos marisqueros

Los mariscadores y parquistas de Carril aseguran que los últimos días han percibido un incremento “preocupante” de las prácticas furtivas en los bancos marisqueros lo que les ha obligado a aumentar la vigilancia coordinada entre parquistas y cofradía.

La proximidad de la campaña navideña, unida a la crisis económica hace que el furtivismo repunte en la Ría de Arousa. De ello dan fe los mariscadores y parquistas de Carril que aseguran que los ánimos se encuentran en estos momentos “crispados” ante la impotencia de ver como esquilman sus cosechas.

La cuestión es comprensible, ya que a los malos resultados de las ventas, hay que sumar la brusca caída de los precios y ,en estos momentos, sus expectativas se centran en la campaña navideña.

El empeoramiento de la situación que ya resulta un mal endémico en toda la Ría de Arousa no ha pasado desaprecibida por la Cofradía de Carril que ha incrementado su vigilancia para frustrar este tipo de prácticas. A ella se han sumado también voluntarios de la Agrupación de Parquistas de Carril que realizan tareas de vigilancia nocturna y diurna, aunque reconocen que el problema va más allá del simple control.

“É necesario que a xente se conciencie, aínda que iso é moi difícil, sobre todo nun momento de crise económica como a actual”, señala José Luis Villanueva, presidente de la Agrupación de Parquistas de Carril.

 

“In fraganti”> La psicosis por el robo de las producciones marisqueras de los bancos que, en muchas ocasiones, estuvieron cuidadosamente reservadas para ponerlas a la venta en Navidad con la intención de sacarle un mayor rendimiento a los bivalvos, llevó hace unos día a un parquista a hallar “in fraganti” a un furtivo en su cultivo. A pesar de que contaba con personas en tierra para avisarle si detectaban la presencia de vigilantes en la zona, el parquista se encontraba haiendo un control nocturno por la zona de la isla de Cortegada cuando le sorprendió.

A este caso se suman muchos otros que ni siquiera esperan a la noche para realizar sus fechorías.

“Son verdadeiros expertos en maldades e están moi ben organizados. Nótanse os anos de experiencia”, señala Villanueva.

De hecho, la mayoría cuentan entre sus atuendos con un traje de neopreno que les ayuda a sobrellevar la tarea y a pasar desapercibidos en el caso de que sean avistados por los vigilantes del lugar.

“Agóchanse detrás dos paus que delimitan os viveiros para burlar a vixiancia e levan traxes de buzo para soportar a auga fría durante un periodo máis longo de tempo e para camuflarse mellor”, apunta Villanueva.


Fuente: Diario de Arousa

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