Los parquistas reclaman un protocolo para hacer frente a situaciones como el vertido de lodo registrado el domingo

Claro que estamos preocupados. Pero non queremos caer en alarmismos». La frase es de José Luis Villanueva, presidente de la asociación de parquistas de Carril. El rastro de lodo que el domingo llegó a la desembocadura del Ulla procedente del río Fornos ha generado cierta ansiedad entre los propietarios de los viveros, que consideran que este suceso ha dejado en evidencia que, por lo que respecta a las obras del AVE, «ademais de ter sistemas para controlar a turbidez e a contaminación, hai que ter tamén un protocolo listo para saber como actuar no caso de que pase algo». Y es que, ante vertidos como el producido el domingo, «os detectores están moi ben, pero non paran nada».

Ahora, los parquistas van a esperar, «a ver que pasa». A ver si los lodos no tienen efectos en los parques, y si los excesos de agua dulce no pasan factura al sector.

El patrón mayor de A Illa, Benigno Chaves, también mostró ayer su preocupación por el vertido de lodos. Unos lodos que proceden de las obras del AVE y que llegaron a la desembocadura del Ulla a través del río Fornos. «Esta situación é preocupante, claro que é preocupante. Ese polvillo en suspensión pode facerlle moito dano ao marisco, pode matalo», decía ayer el responsable del pósito. Su cabeza pensaba, sobre todo, en el marisco de Os Lombos do Ulla, un banco de gran importancia que se encuentra justo en la desembocadura del río, muy cerca de donde desemboca el Fornos. Ayer, la mayor parte de la flota de marisqueo arousana volvió a esa zona para mariscar. «Salimos con total normalidade. O vento xa non é o que fixo hai uns días», sentenciaba ayer Benigno Chaves.

Fuente: La Voz de Galicia