La hatchery de los parquistas entra en concurso de acreedores

La hatchery de los parquistas de Carril ha entrado en concurso de acreedores. El retraso en la concesión de las ayudas de la administración autonómica y el bloqueo de un crédito solicitado al Igape han sido, según sus promotores, las principales causas del fracaso de esta experiencia.

Con el objetivo de controlar la calidad de los moluscos desde su nacimiento y mejorar la capacidad de adaptación de la cría al medio, nació la empresa Improcar de Carril, tras la que se encontraban entre otros el presidente de los parquistas, José Luis Villanueva. A través de esta firma se puso en marcha una hatchery y posteriormente una nursery con un capital social de 3,4 millones de euros.

Las previsiones era llegar a producir 200 millones de unidades anuales con las que se garantizaría el suministro a los parquistas con el consiguiente ahorro al evitar intermediarios y también, si cabe más importante, se garantizaría la trazabilidad del producto.

El presidente de la Agrupación de Parquistas de Carril siempre calificó como “seguro de vida” el papel de la hatchery y una garantía para la pervivencia del sector.

El estudio recientemente encargado por la Agrupación de Parquistas en el que se analiza los retos del sector apuntan ya a la “necesidad de asegurar la trazabilidad del producto desde la obtención de la semilla hasta la venta al consumidor final”. El objetivo es una vez más evitar el fraude al comprador y también revalorizar el producto.

Esta era precisamente la función que desempeñaba la hatchery, ubicada en Riveira, y que tras numerosos esfuerzos y una importante inversión llegó a dar sus frutos.

De hecho, se llegó a crear también una nursery a la que se trasladaría la almeja que ya superase una primera fase. Sin embargo, en las últimas semanas el retraso en los pagos y la falta de liquidez abocó a la planta al concurso de acreedores.

Su fundador José Luis Villanueva ya dejaba entrever el pasado mes de julio tras sufrir un importante robo en el centro, valorado en casi 300.000 euros, que “a administración estaba deixando morrer o proxecto”.

De hecho, desde hacía aproximadamente un año, la actividad en la superficie se encontraba en “stand by” y el robo sufrido suponía la gota que colmaba el vaso.

Ahora todos estos presagios se cumplen y la desaparición de este proyecto que en su momento supuso un balón de oxígeno para los parquistas está condenado a desaparecer.

Con tal motivo, el estudio de la Agrupación insiste en el continuado fraude sanitario que está afectando a la producción y rentabilidad de los parques y que, en ningún caso, se origina en ellos. Apuntan directamente al furtivismo y a las importaciones de semillas y almejas incontroladas. “Lamentablemente y teniendo en cuenta la persistencia del problema en el tiempo y la necesaria colaboración de los agentes comerciales no se puede eludir responsabilizar del mismo más que a una ausencia de política al respecto y a la deficiencia en los mecanismos de control”, aseguran en el estudio.

Y es que señalan que las importaciones de almeja y semillas están provocando graves problemas de toxicología ambiental al no superar el adecuado control patológico.

“También aquí la conjugación de la dejadez administrativa y la picaresca comercial hacen que este problema se prolongue en el tiempo sin que se vislumbre una solución a corto plazo”, apuntan en el informe.

Fuente:Diario de Arousa