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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

El gerente de la París de Noia, José Antonio Blas, reconoce que «el terreno parecía más firme de lo que en realidad era». «Nosotros, cuando fuimos a inspeccionar el lugar, comprobamos que había acceso para los camiones». También el terreno les pareció adecuado para el espectáculo. Se dieron cuenta tarde de que no era así. «Intentamos colocar el escenario en tres ubicaciones distintas y después se nos enterró».

El gerente de la París de Noia, José Antonio Blas, reconoce que «el terreno parecía más firme de lo que en realidad era». «Nosotros, cuando fuimos a inspeccionar el lugar, comprobamos que había acceso para los camiones». También el terreno les pareció adecuado para el espectáculo. Se dieron cuenta tarde de que no era así. «Intentamos colocar el escenario en tres ubicaciones distintas y después se nos enterró».

La organización de la Ameixa responsabiliza a la empresa, que reconoce que «la arena parecía más firme de lo que era»

Iba a ser el broche de oro de la 25 edición de la Festa da Ameixa do Carril, pero acabó convertida en una pesadilla de arena. La verbena que la orquesta París de Noia iba a ofrecer la noche del domingo en la playa tuvo que suspenderse a última hora al haber sido imposible realizar el montaje del escenario. Los camiones de la orquesta encallaron en la playa y, en el caos que se vivió, acabaron ocasionando daños en el paseo marítimo y en una de las pasarelas de madera.

José Luis Villanueva, la cabeza visible de la organización de la Ameixa, seguía ayer convencido de que la playa era el lugar ideal para celebrar esa verbena. Y aseguraba que, si las cosas se habían torcido tanto, había sido porque la empresa encargada del montaje «non as fixo como tiña que facelas». «Nós tiñamos previsto que os camións entrasen por un punto, e nese punto non se rompeu nada nin se causou ningún dano», razonaba el patrón mayor de Carril y presidente de la agrupación de parquistas. Fue en la arena donde empezaron los problemas. «Enterráronse, e o feito é que non tiñan nese momento a máquina extractora que foi a que finalmente sacou os camións de alí».

  

El gerente de la París de Noia, José Antonio Blas, reconoce que «el terreno parecía más firme de lo que en realidad era». «Nosotros, cuando fuimos a inspeccionar el lugar, comprobamos que había acceso para los camiones». También el terreno les pareció adecuado para el espectáculo. Se dieron cuenta tarde de que no era así. «Intentamos colocar el escenario en tres ubicaciones distintas y después se nos enterró». Aunque en ese momento dispusiesen de la máquina extractora, razona Blas, habría dado lo mismo. «Cuando llegó, tardó casi dos horas en hacer el trabajo. Aunque hubiésemos conseguido ubicar el escenario, había tres tráilers de apoyo que había que meter y volver a sacar de la playa», indica.

   

El alcalde Alberto Varela, acudió ayer con los técnicos a la zona de la playa donde el domingo por la noche naufragó la verbena. El regidor hizo hincapié en dos ideas. La primera, que su gobierno siempre estuvo en contra de la celebración de la verbena en ese lugar. La segunda, que la autorización de Costas para ese evento incluía una serie de medidas de seguridad para minimizar los daños que se pudiesen causar. «A autorización dicía que os camións tiñan que pasar por unha zona determinada que había que colocar unhas pranchas de aceiro... E a realidade amosa que non se adoptaron esas medidas», sentencia Varela, quien también destacó que la organización no depositó la fianza de 3.000 euros prevista. Ayer, el alcalde mostraba su confianza en que esta «asuma as súas responsabilidades». Villanueva tiene claro que será así. «Non pasou nada que non teña remedio», indicó, y recalcó que el evento estaba convenientemente asegurado. «O único que lamento é que a festa non se puidera celebrar», indicó. Reconoció que no se colocaron planchas sobre el paseo. «Non as atopamos por ningún sitio», explicó. Pero en todo caso, dijo, «na zona marcada para que pasasen os camións non houbo desperfectos. Se os houbo foi porque a empresa quixo meter un camión por onde non era».

 

«Temíamos que pasara o que pasou»

Alberto Varela y otros concejales del gobierno acudieron ayer a la zona cero del conflicto. Las rodadas de los camiones sobre la arena, el agujero en el paseo marítimo y la pasarela de madera rota han sido supervisadas por los técnicos, que harán un «exhaustivo informe» que será remitido a Costas. El alcalde lamentó lo ocurrido, pero recordó que su gobierno siempre había sido contrario a esa ubicación para la verbena. De hecho, los informes municipales siempre advirtieron de los riesgos que se afrontaban. Varela también apeló ayer a los grupos de la oposición, que «con intención incendiaria dicían que estabamos vetando a verbena de Carril. Gustaríame saber que é o que teñen que dicir agora». También el concejal Miguel Alves cargó contra el resto de grupos.

 

«La decepción fue mayúscula»

Son auténticas expertas en verbenas. Y por eso, saben que para ver una orquesta de la talla de la París de Noia es necesario llegar con tiempo al recinto para garantizarse un buen sitio frente al palco. Así que el domingo salieron pasadas las diez y media de la noche de Padrón. En media hora contaban con llegar a Carril. «Estábamos emocionadas», relata una de ellas. A fin de cuentas, la París de Noia es la mejor orquesta de Galicia por algo, y la noche llegaba cargada de promesas de baile y diversión a pie de playa. Un lujazo, vamos. «La decepción fue mayúscula cuando nos llegó la notificación del Facebook oficial de la orquesta diciendo que tenían que cancelar la verbena», cuentan estas jóvenes. Les tocó dar vuelta y quedarse en casa.

Fuente:La Voz de Galicia

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