El éxito inesperado de la almeja japónica

El producto vio ayer disparada su cotización por sorpresa, superando con creces los 7 euros

Los rañeiros arousanos salieron ayer a faenar sin saber si al volver a tierra, en sus lonjas, habría compradores dispuestos a adquirir sus capturas. Los había. A las lonjas de marisco se acercaron los compradores habituales en días en los que, como ayer, el producto se limitaba a los de la flota del raño, ya que las mareas han dictado que las mariscadoras de a pie se queden en casa estos días -a ellas, por cierto, les gustaría que la prohibición fuese total, ya que consideran que su trabajo es incompatible con las medidas de prevención del coronavirus y que la almeja no es un producto de primera necesidad-. En cualquier caso, en las lonjas arousanas aguardaba una sorpresa: la almeja japónica vio como su precio se disparaba hasta superar con creces los siete euros. Según le han trasladado a los patrones mayores sus clientes, la demanda de este producto es enorme en estos momentos, una circunstancia difícil de encajar en un contexto en el que el resto de las especies marisqueras se han hundido. Se salvó, únicamente, la almeja rubia, cuya calidad y escasez permitió que alcanzase buenas cotizaciones. Mientras las cofradías deciden qué hacer, cómo planificar las próximas jornadas, la polémica surge en lugares como Carril, donde la crisis del coronavirus ha reabierto la batalla entre José Luis Villanueva y la agrupación de a pie, a la que pide que no confunda a sus socios.

Fuente: La Voz de Galicia