Bateeiros y cofradías exigen informes sobre el nuevo dragado previsto para Vilagarcía
Mejilloneros y representantes de cofradías de pescadores de la ría muestran su preocupación por la inminente realización de un nuevo dragado en el entorno del puerto de Vilagarcía, al considerar que dicha acción puede dañar tanto a los bancos marisqueros como a las bateas de molusco.
Se trata de la obra denominada "Dragado del canal de acceso y círculo de maniobra", impulsada en noviembre de 2008 por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía. Tiene un presupuesto de casi 4,3 millones de euros y debe servir para "aumentar la profundidad del canal de entrada y el círculo de maniobra, hasta los 10 metros de calado y hasta los 9 metros en el canal de acceso al muelle de O Ramal", dice el proyecto.
El plazo de ejecución es de 10 meses, y está previsto que el día 12 se abran las ofertas presentadas a concurso, para tomar una decisión y empezar el dragado.
Pero mejilloneros, pescadores y mariscadores sospechan que las partículas en suspensión que se provoquen con la realización d l dragado pueden afectar a la riqueza marisquera y mejillonera de la ría, especialmente en el caso de las zonas productivas más cercanas a la rada vilagarciana.
En la zona se realizan dragados puntuales desde hace unos tres años, en el marco del proyecto denominado "Explanada y prolongación en la línea de atraque al muelle de Ferrazo". Para ejecutar esas labores se informó a los sectores productivos, a los que incluso se dio entrada en una comisión de seguimiento.
Sin embargo, "se nos prometió que no habría más dragados, y ahora vemos que está todo a punto para empezar otro del que no se dijo absolutamente nada," y de hecho hay asociaciones de bateeiros y cofradías donde aseguran que no tienen el más mínimo conocimiento de esta actuación. Y esa falta de información, junto al temor a la contaminación que pueda producir el dragado, es lo que más irrita al sector.
En Vilaxoán, por ejemplo, el presidente de la Asociación de Mexilloeiros Virxe do Rosario, Javier Blanco, manifiesta que en la comisión de seguimiento creada en 2006 "se nos dijo que aquel dragado era el definitivo, y ahora comprobamos que no era cierto". A su juicio, "lo más sangrante es que la falta de información actual no permite saber si se instalarán los mismos turbidímetros, que la otra vez no funcionaron bien, y desconocemos qué tipo de medidas preventivas o correctoras se pondrán en marcha, qué se hará con el material extraído del fondo y, en definitiva, no sabemos cómo puede afectar este nuevo dragado a la riqueza de nuestra ría".
En este sentido, añade Blanco que "no es de recibo que alguien pretenda iniciar un dragado de esta magnitud haciéndolo de espaldas a los sectores productivos", lo cual lo lleva a recordar que "cada vez que se draga se causan daños" y a censurar con dureza al isleño Julián García, "pues teóricamente es el representante de los mejilloneros en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, y cabría preguntarle a quién del sector informó sobre este dragado y qué papel desempeñó en el proceso administrativo previo".
Blanco sostiene que el puerto vilagarciano "tiene una gran importancia, de lo cual todos nos alegramos, y ojalá siga mejorando, pero no a cualquier precio o en detrimento de los sectores productivos de la ría".
Otros, como el patrón mayor de Rianxo, Baltasar Rodríguez, lamenta "que no se dijera al sector ni una sola palabra de este nuevo dragado", por lo que alerta del riesgo "que entrañan para el marisco" las partículas en suspensión y anuncia que intentará recabar información sobre este proyecto.
Fuente: Faro de Vigo
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