Los parquistas de Carril se aferran a sus cultivos en tiempos de crisis

La mayoría de los socios de la agrupación que lidera José Luis Villanueva viven exclusivamente de la producción de sus terrenos en los que realizan al año grandes inversiones, lo que les sirve de acicate para apostar por ellos como medio de vida.

Cada metro cuadrado de arena de un parque de Carril puede llegar a tener un valor de hasta 105 euros. Los propietarios saben que de la calidad de la arena dependerá en buena medida su producción del año por lo que es preciso que periódicamente renueven el árido y realicen tareas de limpieza para luego comenzar con la siembra.

A pesar de que la crisis no pasa desapercibida para los productores de almeja, los parquistas apuestan por los cultivos como medio de vida. De hecho, en los últimos meses la agrupación no registró ninguna solicitud por cambio de dominio o propiedad. La razón según el presidente de la Agrupación de Parquistas de Carril José Luis Villanueva se encuentra en la importante inversión que realiza cada uno de los socios en sus cultivos.

“A realidade de Carril é única. Por iso, cando nós dicimos que queremos que se lle trate de xeito especial é por algo. Son parques artificiais, feitos con area comprada cos cartos de cada propietario o que os fai únicos e os que tamén crean vínculos por anos”, señala José Luis Villanueva.

Los precios registrados en las lonjas también sufren la factura de la crisis, pero más aún si cabe la entrada del marisco fóraneo “sen control”.

“Penso que nestes momentos sería preciso que as administracións vixiasen máis esta situación para poder evitar a competencia desleal que se está a levar a cabo dende outros países”, explica Villanueva. De hecho, la producción de Carril no es capaz de copar el mercado de cercanías, por lo que de ser controlado el etiquetaje y la procedencia “aforraríamonos moitos problemas”. Este es precisamente el papel clave de las guías de origen y de producción que trataron de ponerse en marcha el pasado mes de diciembre, pero de manera infructuosa.

El problema partía del método, según el sector, ya que las guías telemáticas implicaban la utilización de una maquinaria que no sería sencilla de utilizar para los trabajadores de los parques, además del retraso que acabaría provocando en el trabajo diario. La solución quedó pendiente para este nuevo gobierno gallego al igual que el proceso de reordenación y revisión pendiente desde 1991.

 

A la espera> El anuncio del retraso de la entrada en vigor de la nueva Lei de Pesca, afectará sin duda al proceso de reordenación y revisión de los parques de cultivo puesto en marcha por el anterior gobierno gallego.

Es diciembre la fecha límite para contar con una nueva Lei de Pesca, según la Consellería de Mar. Ahora es tiempo de encuentros con las distintas partes del sector para analizar la situación y las demandas a las que finalmente la conselleira Rosa Quintana decidirá si procede o no llevarlas a cabo. El “consenso e a negociación” centrarán las conversaciones para tratar de argumentar un reglamento fuera de polémica y que positivo para las partes.

Fuente Diario de Arousa