Tranquilidad en el sector del mar ante el avance de las obras del AVE
Pontevedra acogió en la mañana de ayer una reunión multilateral en la que se dio cumplida cuenta de los detalles que rodean al proceso de construcción del viaducto del tren de alta velocidad a su paso por Catoira. A la cita acudieron representantes de la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias, de la Consellería do Mar, de la propia Subdelegación del Gobierno, del Concello de Vilagarcía, dos técnicos de la Universidade de Vigo, el presidente de la Federación Galega de Confrarías, el pósito de Rianxo y los parquistas de Carril.
Era la tercera reunión de esta ronda y se aprovechó para entregar a los implicados un detallado informe sobre todo lo ocurrido en el período comprendido entre noviembre de 2009 y abril de 2010 a este respecto.
En todo momento se hizo especial hincapié en que se siguen realizando los controles de turbidez, salinidad, temperatura, sedimentación, velocidad y calidad de las aguas anunciados. Este había sido desde siempre uno de los grandes caballos de batalla, junto con el de la instalación de sofisticados aparatos de medición y control -que no es reponsabilidad directa de Fomento, pero que se entiende como viable, incluso dentro de los propios parques de cultivo-. El propio informe certifica que el impacto de las obras sobre las aguas está siendo «nula» y que debería seguir así en los próximos años.
Tras la reunión, el clima que se respiraba entre los presentes era el de alabar que «se estean a cumprir os prazos marcados desde un principio e que a información se siga facilitando», como apuntó el presidente de la Federación Galega de Confrarías, Benito González.
Marcelino Abuín, edil de Urbanismo en Vilagarcía, también destacó que «a exhaustividade dos controis e o seguimento dos investigadores resultan moi tranquilizadores a todos os efectos».
Con esta puesta en común, ahora es turno para que las cofradías y trabajadores arousanos del mar conozcan de primera mano el informe realizado por los técnicos, ya que no se atisban amenazas para sus labores extractivas.
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