Los parquistas exigen que se sellen los colectores de la playa Compostela
Sigue la incógnita sobre el origen del vertido que en la mañana del domingo tiñó de negro las aguas de la playa Compostela, con los consiguientes daños en los bancos de cultivo en esa zona. El Seprona está investigando si, tal y como se dijo inicialmente, fue un barco el que limpió sus bodegas lanzando los residuos al mar, en una práctica que, no por ilegal, deja de estar menos extendida en las aguas gallegas, hasta el punto de que se calcula que es uno de los principales motivos de los vertidos en las rías.
De momento no hay confirmación oficial ni de que haya sido un barco ni de ningún otro motivo. Pero los principales afectados, las mariscadoras y los parquistas, no las tienen todas consigo. Así lo reconoció ayer José Luis Vilanueva, presidente de los parquistas de Carril, que aunque puntualiza que no tiene ninguna prueba para acusar a nadie, sí sospecha que el origen del vertido pueda no estar en un barco y sí en las tuberías que hay en la playa Compostela y que desembocan en la ría. «Me parece muy sospechoso que cada vez que va a haber mal tiempo pase una cosa de estas. Puede ser del alcantarillado. La procedencia es difícil saberla, pero lo que sí se puede decir es que si queremos una playa de bandera azul y donde se cultivan alimentos, no puede haber tuberías que viertan en el mar».
Villanueva subraya que en el verano, cuando la playa está llena de gente y el agua más clara, no hay vertidos de este tipo, «porque pueden ser descubiertos de inmediato». Pero con un tiempo como el que estuvo el pasado fin de semana, con lluvia y las aguas turbias, «es mucho más fácil hacerlo de noche y que nadie se entere».
«Cualquier día podemos ir con el barco hasta donde desaguan las tuberías y se verá perfectamente», asegura Villanueva. Por eso no es la primera vez que los parquistas denuncian ante el Concello de Vilagarcía la presencia de vertidos en aguas de la playa Compostela que procedían de esas mismas tuberías, y ahora piensan dirigirse de nuevo a la administración local para que se tomen medidas. Y aunque no pueden asegurar que ese sea el origen del vertido de gasóleo que el domingo ocupó medio kilómetro del arenal, sostienen que si se opta por sellar esos conductos, ya no cabrá duda alguna de que al menos no son residuos del alcantarillado.
Sospechas
Esas sospechas llegaron ayer también de la cofradía. El patrón mayor de Carril, Fernando Franco, se manifestaba en términos similares a los de Villanueva, diciendo que no tenía sentido que una playa urbana y que había lucido durante años la bandera azul siguiese manteniendo tuberías que desembocan en las aguas. Franco tampoco sabía ayer el origen del vertido, y mientras, no descarta que sea cierta la primera versión y que proceda de las sentinas de un barco. Pero sea cual sea el motivo, el patrón mayor exige que se investiguen los hechos y se identifique a los culpables para que se les impongan «sancións exemplares».
Las galletas de gasóleo que llegaron el domingo al arenal de la playa Compostela se limpiaron pocas horas después de que las mariscadoras que estaban de guardia descubrieran el vertido. Ahora falta por saber lo más importante, y es si el combustible contaminó los siempre sensibles bancos de moluscos que se cultivan en las concesiones de las playas de A Concha y Compostela.
Fuente: La Voz de Galicia
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