Un tornado na Ría de Arousa
O domingo 20 as 11 da mañán un tornado cruzou a ría de Arousa e se adentrou sobre a Illa Cortegada.
Una hora y media antes de que un tornado arrancase el domingo el tejado de una casa en Sada -donde estaban un bebé, su madre y su abuela-, en la ría de Arousa se levantaba una columna de agua que, según quienes la vieron, alcanzó los 15 metros de altura. La manga marina o tromba, nombre que reciben los tornados que se forman en el mar y no llegan a tocar tierra, como fue el caso, la pudieron ver tanto los vecinos de Vilagarcía como los de Barbanza, al otro lado de la ría. Uno de ellos grabó las imágenes y las remitió a la edición digital de La Voz.
En cinco minutos, el remolino avanzó desde la playa Compostela hacia la desembocadura del río Ulla, para desplazarse luego por detrás de la isla de Cortegada, donde se deshizo. El balance: algunos daños en varias embarcaciones de Carril y la oportunidad de ver todo un espectáculo meteorológico. Porque aunque los tornados no son un fenómeno desconocido en Galicia, no siempre se forman aunque se den todas las condiciones para ello. «Es como si tienes todos los ingredientes para hacer una tortilla. Pues a veces la tortilla te sale y otras no», explica Álex Traveso, predictor de MeteoGalicia.
De entrada, para que haya un tornado debe existir previamente, a grandes rasgos, una masa de aire frío en altura (a unos 5.000 metros), otra de aire templado en superficie y gran inestabilidad atmosférica. Al chocar ambas masas, se forma un remolino cuyo extremo inferior toca la tierra (o el mar, como en Arousa) y el superior con cumulonimbos. «Son las nubes más peligrosas, las que traen tormentas, granizadas o las lluvias más fuertes», apunta Traveso.
Fuente: La Voz de Galicia
0 comentarios