Mar acusa a los parquistas de actuar por su cuenta y colocar varas fuera de su concesión

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, cree que los parquistas se extralimitan en su potestad al mantener las varas delimitadoras de los viveros de la zona de A Compostela, pues su concesión termina "en el lecho marino" y no se extiende a "toda la lámina de agua". Quintana se reafirma en su postura de remodelar el decreto que rige sobre los parques de cultivo y en la revisión del sistema de señalización. Aboga por compatibilizar el marisqueo y el turismo en las playas vilagarcianas y dice que contará con los parquistas en el diseño del nuevo decreto.
No descarta la conselleira mantener las varas, pero no del modo en que existen ahora, pues opina que fueron instaladas "anárquicamente". "Cada parquista pone lo que le da la gana", declara la conselleira. El análisis que se seguirá en este sentido será "riguroso" y se estudiarán las alternativas posibles, que podrían pasar por "la retirada" de estas señales o "por su mantenimiento" de un modo muy diferente al actual y que permita la compatibilidad del trabajo en los viveros con el disfrute de la lámina de agua por los bañistas.
Sostiene también que el presidente de la agrupación de parquistas de Carril, José Luis Villanueva, se equivoca cuando afirma que en la zona en la que se sitúan los polémicos palos está prohibido el baño. "Los parques de cultivo tienen una concesión para el uso del lecho marino, no sobre toda la lámina de agua". 
Quintana apoya su argumentación además en la Ley de Costas, que en su artículo 33 "señala que las playas nunca podrán ser de uso privado". No obstante, su intención pasa, asegura, "por hacer compatibles las actividades marisqueras con el derecho de los ciudadanos al pleno uso y disfrute de estos espacios de carácter público".
Cabe recordar que la postura de la Agrupación presidida por Villanueva es que las varas fueron permitidas por la Xunta, que el tránsito sobre los viveros está prohibido y que la mayoría de turistas y usuarios de A Concha y A Compostela disfrutan de sus chapuzones sin atender a la existencia de los postes señalizadores e incluso les agrada su presencia por el componente exótico que aportan.
Desde luego el departamento dirigido por Rosa Quintana no es de la misma opinión. Además de localizarse en una zona de libre tránsito de personas y embarcaciones, según su versión, las señales colocadas por los parquistas fueron "instaladas sin atender a ningún tipo de regulación ni más criterio que el personal" de cada concesionario y apostilla que "lo que instaló la Xunta fueron en torno a 30 postes delimitadores del perímetro de la zona de viveros, cumpliendo con la reglamentación internacional de seguridad marítima". Estos postes "están debidamente señalizados y su tamaño no constituye ningún peligro para la navegación". Son fáciles de distinguir de las varas de los parquistas porque están parcialmente pintados de amarillo, son más anchos y tienen una cruz en su parte final.
Villanueva admitió recientemente que el propósito de la Agrupación que él dirige es sustituir los palos de menor tamaño de los viveros de esta zona por otro tipo de indicadores que no causen un peligro a la integridad física de los propios concesionarios. Se trata, no obstante, de las varas más pequeñas, las que dibujan la silueta de cada parque entre los postes de mayor tamaño.
Quintana añade a propósito de la potestad de los parquistas sobre la lámina de agua que "la Lei de Pesca de Galicia tampoco recoge ningún tipo de prohibición" a la hora de que se pueda transitar libremente por la zona y añade que no es su intención "cambiar la ley que regula las concesiones en el dominio público marítimo–terrestre", que tiene "carácter estatal" y, por tanto, la Xunta no tiene competencia para su modificación.
"Desde la Consellería de Mar estamos plenamente seguros de que son, y deben serlo cada vez más, compatibles las actividades de los parquistas con el derecho de los ciudadanos al pleno uso y disfrute de estos espacios de carácter público", concluye.

Fuente: Faro de Vigo