Un arousano está entre los cuatro furtivos gallegos con más de 200.000 euros en multas
La Consellería de Medio Rural e Mar hace balance del trabajo realizado por Gardacostas de Galicia en la lucha contra el furtivismo. Y lo hace para dejar claro que se ha avanzado mucho, aunque tipificarlo como delito parece la única solución.
Y es que de nuevo queda claro que las faltas administrativas y/o multas parecen no disuadir a todos, como así lo indica el hecho de que cuatro ciudadanos sumen más de un millón de euros en multas, entre ellos un arousano que supera los 210.000 euros.
Entre esos furtivos más destacados de cuantos tienen expedientes ya cerrados puede destacarse a un individuo que transportaba vieira con toxina desde Ferrol y al que abrieron una decena de expedientes, por valor de 317.495 euros.
Como importante resulta el caso de una persona que trabaja en A Coruña, Lugo y Ferrol y que tiene 51 expedientes ya resueltos a sus espaldas, en este caso con sanciones que ascienden a 397.758 euros.
Otro de los viejos conocidos de Gardacostas de Galicia es ese arousano antes aludido, que en su historia como furtivo acumula nada menos que 63 expedientes, en este caso concreto con multas por valor de 210.367 euros.
Pero para llamativo de verdad, y a la vez preocupante, está el caso de una persona de A Coruña que acumula nada menos que 178 expedientes por furtivismo con los que adeuda 271.000 euros. Para que el lector se haga una idea del carácter reincidente de este individuo, cabe decir que sumó 71 expedientes y 9.500 euros en multas durante solo un trimestre.
Evidentemente, estos y otros muchos infractores son insolventes, en ocasiones proceden de familias desarraigadas o sectores marginales y, a la postre, se trata de individuos a los que trae sin cuidado que puedan multarlos.
A otros, sobre todo si son transportistas o empresarios, sí pueden afectarles este tipo de sanciones, pero cada vez son más quienes sugieren que las medidas ejemplarizantes y disuasorias de verdad solo se conseguirán con la aplicación de penas de cárcel.
Mientras tanto, los funcionarios deberán seguir su trabajo, y en este sentido cabe aludir a la unidad operativa de Gardacostas de Galicia en Vilaxoán (Vilagarcía), que presenta los mejores resultados en cuanto a decomisos e incautaciones en las rías gallegas a lo largo del pasado ejercicio.
A la espera de que avancen los trámites para tipificar el furtivismo como delito –entendiéndose ésta como la única fórmula válida para poner fin a este problema social–, la Administración autonómica se aferra a ese balance de resultados y al incremento de las incautaciones para decir que cada vez se trabaja más y mejor en defensa de los recursos pesqueros.
En toda la comunidad
El año pasado, por ejemplo, en el conjunto de Galicia los efectivos de Gardacostas se incautaron de 27.274 útiles y aparejos, es decir, nasas, miños, salabardos, jaulas y todo tipo de materiales empleados por los furtivos.
El mayor número de incautaciones se registró, precisamente, en la base de Gardacostas en Vilagarcía, con 6.197 unidades, y a ellas habría que sumar, por aquello de situarse en la misma ría, las efectuadas desde la base de Ribeira, que sumaron 2.286.
En las demás rías o zonas de Galicia también se efectuaron incautaciones importantes. Un ejemplo es A Coruña, con 2.454, pero no menos significativas resultan las 2.424 incautaciones practicadas en aguas de Vigo, las 2.149 de Portosín (Porto do Son) y las 3.705 de Pontevedra.
La relación se completa con las efectuadas en Muxía (3.562), Ferrol (1.742) y Celeiro (635).
Eso en cuanto al trabajo desplegado en el interior de las rías, porque fuera de ellas también se efectuaron operaciones, en este caso con 2.120 incautaciones practicadas.
Las acciones desplegadas por Gardacostas de Galicia se desarrollaron por tierra, mar y aire, y tanto en los puertos y lonjas de contratación como en plazas de abastos, depuradoras, carreteras, barcos y bateas.
De este modo se efectuaron importantes decomisos de producto, ya fueran peces, mariscos o cefalópodos de talla antireglamentaria, que carecen de guía de transporte, que se extraen en período de veda o que son capturados por personas sin licencia o mediante medios ilegales y/o sin identificación.
La vieira tóxica
Entre los decomisos aparecen también especies afectadas por marea roja, especialmente la vieira, siendo estos los casos más graves y los que de verdad sirven para perseguir a los infractores, ya que en lugar de la habitual sanción administrativa, que los furtivos no suelen pagar porque no tienen nada a su cargo ni nada que perder, en el caso de la vieira tóxica su poseedor puede ser acusado y condenado por un delito contra la salud pública, y eso sí entraña consecuencias penales.
Durante el pasado ejercicio Gardacostas de Galicia efectuó una gran cantidad de decomisos, hasta sumar prácticamente cien toneladas de producto recuperado, y en muchos casos devuelto al mar.
En la relación de decomisos destacan por encima de todos los demás los efectuados en Celeiro, con casi 42.000 kilogramos, y los cerca de 10.000 kilos recuperados en A Coruña.
De nuevo hay que hablar de la importante labor efectuada por los funcionarios adscritos a la base de Vilaxoán, con más de 8.000 kilos de mercancía recuperada, a lo que se sumaron 7.732 kilos decomisados desde el otro lado de la ría arousana, Ribeira.
Vigo, con 6.113 kilos decomisados, ofrece también unos buenos resultados en cuanto a recuperación de productos, sumándose a estas cantidades los 2.625 kilos de Portosín, 3.095 en Pontevedra, 3.080 kilos recuperados en Muxía, 2.719 kilogramos en Ferrol y 11.085 kilos de producto decomisados fuera de las rías gallegas.
La intervención de medios materiales –incluidos barcos y coches empleados por los furtivos– y el decomiso del producto pueden ofrecer una visión global, y meramente orientativa, de la realidad de esta práctica, pues evidentemente hay muchos furtivos que actúan a diario y cumplen su contestada misión sin ser interceptados.
Diferentes tipos, en Arousa, Pontevedra y Vigo
El informe "El furtivismo marino y su incidencia en Galicia", elaborado por las fuerzas de seguridad, deja claro que "junto a las de O Burgo–A Coruña y Ferrol, la ría de Arousa figura entre las más frecuentadas por aquellos que recogen marisco de forma ilegal debido a su gran riqueza de recursos, así como por ser la que concentra la mitad de la actividad pesquera y marisquera de Galicia". Especies como la almeja, volandeira, berberecho, centollo, nécora, camarón, navaja y pulpo son las más castigadas.
En la ría de Vigo, "que comprende la franja costera de los municipios de Cangas, Moaña, Vilaboa, Soutomaior, Redondela, Vigo, Nigrán y Baiona", los furtivos se ceban con la almeja, berberecho, centollo, nécora, percebe, pulpo y, en menor medida, navaja y vieira". El tipo de furtivo que más actúa en esta zona es el "profesional y el vacacional". En la ría de Pontevedra (Sanxenxo, Poio, Pontevedra, Marín, Bueu y Cangas) las especies preferidas para los furtivos son la almeja, berberecho, pulpo, nécora, centollo, vieira y, en menor medida, el camarón y el percebe, según el informe encargado por la Fiscalía. No hay que olvidar que las fuerzas de seguridad consideran que el furtivismo puede ser doméstico, vacacional, marginal, recreativo, profesional o legal, dependiendo de quién lo ejerza, de la época del año de que se trate o del lugar en el que actúe.
Fuente:Faro de Vigo
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