En los fogones, una maquinaria perfecta que no permite fallos
La lonja carrilexa se convirtió ayer por unas horas en la cocina de un restaurante con estrella Michelín. Y es que si los parquistas certifican con su producto el buen hacer de su profesión, la cocina se convierte en el broche perfecto en el que empieza y culmina la cita.
Con Mercedes Cardalda al frente como jefa de cocina, los fogones de la Festa da Ameixa se encendieron a las siete de la mañana y horas más tarde se incorporaron el resto de miembros de la organización encargados de servir y atender a los comensales. Cuarenta y dos tarteras con capacidad para 450 kilos de almeja y una preparación medida que no admite improvisaciones y que garantiza el éxito.
“Está todo muy organizado. Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y lo hace. Cada uno se ocupa de una cosa. Nada puede salir mal”, comenta Cardalda que lleva cuatro años encargándose de los fogones de la Festa da Ameixa de Carril.
En la preparación, “el secreto es el agua de Carril y los parques. La almeja está buena porque está en un buen sitio”.
Una visita a la cocina basta para ver a todo el mundo en su puesto, concentrado y consciente de que tiene entre manos una fiesta con gran prestigio y que desde este año ya puede presumir de un nuevo sello de Interese Turístico de Galicia.
“Este año comenzamos muy pronto a servir raciones, antes que otros años y a una velocidad de vértigo”, comenta Cardalda que no pierde de vista la tartera que está casi lista para servir a los miles de comensales de la carpa.
¿Lo más complicado? “Cuando te piden almeja y acabas de sacar una tartera y tienen que esperar a que se hagan. Ahí empieza la tensión y las prisas”, señala Mercedes Cardalda. La cocina tuvo este año el reto de mantener la actividad de manera ininterrumpida hasta la noche.
Fuente:Diario de Arousa
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