La Xunta autoriza la extracción de reló tras casi siete años de cierre

La especie, que fue vedada al descubrirse que acumulaba plomo, podrá ser retirada en varias zonas de Arousa siempre que no supere los 35 milímetros

El reló desapareció del catálogo de especies comerciales de la ría de Arousa en el año 2008. De forma sorpresiva, la Xunta reunió a los patrones mayores y les comunicó que esa especie, fundamental para complementar las rentas de los mariscadores, no podía seguir siendo pescada. ¿La razón? Se había detectado que los ejemplares de este marisco acumulaban unos niveles de plomo que estaban por encima de los permitidos. Seis años después, la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez, y la directora del Intecmar, Covadonga Salgado, volvieron a citar a los responsables de los pósitos. Esta vez, para darle la noticia al revés: el reló puede volver a las lonjas arousanas. Eso sí, con condiciones.

 

Zonas limitadas

Este bivalvo no podrá ser capturado en todos los puntos de la ría, sino únicamente en aquellos en los que los análisis así lo indiquen. Dos zonas en las que se podrá extraer son los bancos de O Bohído y Cabío, dos áreas de libre marisqueo gestionadas por la Xunta. En este caso, «a extracción abrirase mediante resolución da Consellería». En el resto de zonas «é necesaria unha solicitude previa por parte da confraría» y, sobre todo, la existencia de unos análisis previos que autoricen la faena. Esos estudios, dice la Xunta, aún están siendo elaborados. Así que el mapa aún podría modificarse.

Esta no es la única exigencia que deberá cumplir la flota. «Poderase extraer o reló sempre que a talla estea entre os 30 e os 35 milímetros», explicaban ayer desde la Xunta. Y es que «en determinados bancos, a presenza de chumbo en individuos de reló con talla menor de 35 milímetros non supera os límites autorizados pola UE para a súa extracción para o consumo humano con todas as garantías sanitarias». El límite de tamaño, sin embargo, no convence al sector, que considera que minimizará el efecto positivo de la apertura.

Fuente:La Voz de Galicia