Cuando el último rañeiro llegue hoy a tierra, la campaña de libre marisqueo en la ría de Arousa habrá tocado a su fin. Se han cumplido los peores vaticinios, se han rebasado las líneas de alerta, y la Xunta ha decidido dar la razón al sector y decretar, por segunda vez en tres años, el cierre de los bancos de la ría por causas de fuerza mayor. Es decir, porque no hay marisco en Os Lombos y porque la presión que la flota ejerce sobre el resto de las zonas podría acabar por esquilmarlas.
El cierre se hará efectivo a partir del lunes, así que hoy es la última jornada de faena. Mientras los mariscadores se despiden del raño, quienes trabajan en las oficinas de las cofradías arousanas afilan sus lápices: se les viene encima una marea de papeleo que se sumará a la tramitación de todas las líneas de ayudas y subvenciones que acaba de abrir la Xunta de Galicia.
A pesar de todo ese trabajo, finalmente serán los pósitos los que tengan que elaborar los listados de armadores que solicitarán el subsidio al que tienen derecho por el cese de actividad. Ayer, a media mañana, en A Illa ya se rondaba el medio centenar de profesionales apuntados, y eso que era jornada de mar. En Cambados, el goteo de armadores que se apuran a formalizar el papeleo tampoco cesó ayer durante todo el día, y a última hora de la mañana la lista estaba integrada casi por un centenar de nombres.
En otras cofradías el proceso se lleva con más calma, y en O Grove los responsables del pósito han decidido convocar una asamblea informativa que se celebrará hoy, a las 16.30 horas, en el edificio del O Corgo. En ella se pretenden aclarar dudas, aunque, como ya sucedió hace dos años, los asesores de los pósitos no estén demasiado seguros de las respuestas.
Como ya ocurrió hace dos años, el proceso se inicia envuelto en dudas. Solo hay una certeza: los autónomos del mar que soliciten el subsidio tardarán dos meses en cobrar esa prestación. «Xa nos dixeron que antes era imposible, e sería importante recortar ese prazo, porque os gastos e os pagos non se deteñen eses dous meses», explicaba ayer Honorio Conde, responsable del marisqueo a flote en Vilanova.
En esta cofradía cuentan con que la mayor parte de la flota de rañeiros soliciten el subsidio. «O raño é do que vivimos», explica Conde. Otras cofradías, como la de Cambados, también cuentan con que el número de autónomos que soliciten el subsidio sea elevado. Pero el patrón mayor de A Illa tenía más dudas. Los dos meses sin ingresos de ningún tipo puede hacer que muchos profesionales desistan de solicitar la ayuda y se aferren a alguna otra arte de la que disponen.
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