Arousa no consigue comercializar un marisco que importa de Italia

En supermercados de Vilagarcía se vende canaílla, un producto que ha invadido la ensenada de O Grove y para el que la cofradía meca no encuentra compradores.

La canaílla forma parte del catálogo de especies a explotar por el sector marisquero de O Grove. Lleva ya algunos años ahí, escrita sobre los pliegos del plan de explotación tanto de la agrupación de a pie como de la de a flote. Sin embargo, en todo este tiempo no se ha comercializado ni un kilo de este producto, un recién llegado a nuestras costas desde el Mediterráneo. Un informe realizado por la cofradía meca hace unos meses indicaba que la canaílla tiene escaso valor, sobre todo debido a los problemas de comercialización que se plantean. Mientras esta especie crece sin freno en la ensenada de O Grove, convertida en una auténtica plaga, en algunos supermercados de Vilagarcía se comecializa este mismo producto, traído desde Italia.

En el país trasalpino, la canaílla es un marisco que se consume con fruición y que se produce por toneladas, según explican algunos depuradores consultados. También en el Levante español están acostumbrados a llevarse a la boca un marisco que se cocina como los caramuxos: cocido al vapor, sin más complicaciones. En Galicia el consumo de este marisco es algo exótico, pero parece estar abriéndose camino a golpe de importaciones procedentes de las aguas del Mediterráneo.

En Vilagarcía, el kilogramo de canaílla se comercializa a un precio más que razonable: 3,90 euros, una cotización similiar a la que alcanzan estos días algunas especies de almeja; superior al precio que se abona el kilo de mejillón, y ligeramente más barato que el berberecho.

Mientras eso ocurre en el mercado, en el mar arousano la canaílla es observada con el recelo con el que se miran a las especies que en los últimos años han irrumpido en nuestras costas, invadiéndolas y poniendo en jaque a las poblaciones naturales de bivalvos. La canaílla y el busano -una especie muy similiar- son dos mariscos especialmente voraces.

Según los cálculos realizados por la cofradía en un estudio presentado hace meses, las colonias que se han asentado en la ensenada de O Grove son capaces de ingerir hasta once millones de kilos de bivalvos al año.

Con semejantes cifras en la mano, y habida cuenta de que no han logrado canalizar la canaílla hacia el mercado, no es de extrañar que el sector marisquero grovense esté barajando fórmulas para intentar controlar la población de esta especie invasora. Si se lograse abrir camino comercial para esta especie, el imperio de la canaílla en las aguas de la ría podría darse por terminado.

La paradoja

¿Plaga o recurso?

La canaílla llegó a la ría procedente del Mediterráneo, mezclada con semilla de almeja. Se convirtió en una plaga en la Ensenada de O Grove. Ahora parece intentar una segunda invasión, esta vez en el mercado.

Fuente:La Voz de Galicia