El sector apremia al Gobierno central para que frene la pérdida de productividad de las rías
Las cofradías denuncian "contaminación descontrolada", una "mala gestión de embalses" y vigilancia "ineficaz"
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, cursó ayer su primera visita oficial a la ría más productiva del mundo, la de Arousa, y tras disfrutar de una soleada mañana cargada de visitas, experiencias sobre el terreno y entrevistas cara a cara con las gentes "de la ropa de aguas" regresó a Madrid con una buena cantidad de deberes bajo el brazo.
Desde las nueve de la mañana quiso palpar las inquietudes de pescadores, mariscadores y mejilloneros, por eso se subió a las bateas y se puso las botas de agua para bajar a los bancos de fango y arena en los que se crían los bivalvos, constatando así la enorme preocupación existente entre quienes se ocupan de su extracción.
Lo cierto es que la ministra llegó a Arousa en un momento de debate intenso sobre la enorme mortandad de bivalvos, y especialmente sobre la desaparición del berberecho en Arousa a causa de una enfermedad, la "marteiliosis", extendida ya a las rías de Vigo y Pontevedra. De ahí que buena parte de las demandas del sector giraran ayer en torno a esta enfermedad y la necesidad de intensificar los proyectos científicos para darle solución.
Pero no solo se habló de este episodio en concreto, sino también de la presencia de las biotoxinas que ocasionalmente cierran las bateas de mejillón, al igual que de los depredadores que atacan al molusco y las dificultades de fijación de la semilla en las cuerdas de las bateas. A esto se sumaron las quejas por las riadas que matan el marisco en los bancos próximos a la desembocadura de los ríos, pero también una queja generalizada por la contaminación de la ría, e incluso por la creciente acción de los furtivos.
Pero hay que analizar todo esto por partes, diciendo en primer lugar que la ministra, sobre todo, vino a escuchar. Escuchó, por ejemplo, como la presidenta de las mariscadoras de Cambados, con las que compartió azada a pie de playa, insistía tanto en la mortandad del berberecho como en las enfermedades que afectan a la japónica y otras especies.
Era María José Cacabelos Domínguez, que ejerce también como vicepatrona mayor de Cambados y que resaltó ante Tejerina que "hay muchos problemas por solucionar". Y lo dijo así antes de que la conselleira de Mar, Rosa Quintana, se refiriera igualmente al problema de las "marteiliosis" para recordar que Galicia "ya superó otros procesos similares" que atacaron los productos de las rías, por lo que confía en que con el berberecho suceda lo mismo, en este caso con el apoyo de "un invierno que nos está ayudando", por aquello de la ausencia de riadas.
Para solucionar este problema "se está trabajando intensamente" desde el punto de vista de la investigación, espetó la conselleira. Daba así por buenas las explicaciones ofrecidas en este sentido por FARO DE VIGO durante el fin de semana, cuando los científicos decían confiar en que la propia selección natural consiga berberechos más fuertes y resistentes a esta enfermedad.
En cualquier caso, los investigadores ya trabajan en un proyecto para buscar la selección genética de estos bivalvos, consiguiendo en laboratorio individuos resistentes con los que repoblar el litoral.
Y en ello insistió ayer la conselleira, para coincidir con los biólogos en que "no se pueden aplicar vacunas a los productos del mar ni aislarlos como si fueran ganado; peor sí podemos trabajar en la selección genética, que ya funcionó en el caso de la ostra y puede funcionar con el berberecho".
La ministra seguía escuchando. Y no dudó en intervenir para ofrecer el apoyo de su departamento a las gentes del mar; aunque no cabe duda de que el trabajo que tiene por delante es complejo, sobre todo si se analiza en detalle toda la relación de demandas que le plantean las cofradías.
Y entra aquí en juego un documento firmado por los patrones mayores de Aguiño, Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Cabo de Cruz, Rianxo, O Grove, Cambados, A Illa, Vilanova, Vilaxoán y Carril.
En ese documento se habla de "vertidos industriales y domésticos; depuración en circuito abierto de las depuradoras que comercializan mariscos vivos procedentes de cualquier parte del mundo y aplicación de pesticidas y herbicidas que acaban en los ríos y mares".
Tras estas alusiones a una "contaminación descontrolada que propicia masivas mortandades en los recursos", las cofradías critican el protocolo de gestión de los embalses, "que arrojan fangos y lodos en cantidades masivas a nuestra ría, al igual que propician bruscos descensos de salinidad que causan la muerte del marisco y la degradación de los bancos de toda la ría".
Al hilo de la acumulación de residuos, el sector pesquero destaca las pérdidas sufridas por los mejilloneros a causa del desprendimiento de producto, lo cual achacan a la "acumulación de fangos en las cuerdas".
Acto seguido, los pósitos lamentan "la ineficacia de la vigilancia por parte de las Administraciones competentes ", lo cual "provoca la aparición en los mercados de productos de dudosa o nula trazabilidad, causando graves pérdidas a nuestro sector por competencia desleal e incluso entrañando un riesgo sanitario, además de constituir un fraude al consumidor".
No contentos con esto, los patrones mayores insisten ante la ministra en que "la vigilancia y control en el mar por parte de nuestras autoridades es nula o ineficaz; totalmente carente de capacidad para realizar sus labor y contener el avance del furtivismo".
Pero aún hay más, pues "las cuotas y periodos de pesca, reglamento de tallas y prohibición de explotación de recursos y uso de artes tradicionales son también actuaciones que tratamos de acatar con impotencia y constante preocupación, pero que nos conducen a desastres que ya son hechos que se agravan a velocidad de vértigo".
Para terminar diciendo que "el traslado a las cofradías de las responsabilidades de la gestión de los recursos de las rías es cada vez mayor y menos operativo, por carecer éstas de medios técnicos y humanos para ello".
En resumen, que las cofradías mostraron a la ministra Tejerina su más profunda preocupación por la situación de un sector que cree atravesar uno de los peores momentos de su historia.
Desarrollo sostenible e igualdad de oportunidades
Isabel García Tejerina visitó las instalaciones de la conservera Jealsa, en Boiro. Allí se embarcó para desplazarse a las zonas de cultivo de mejillón y subirse a una batea, donde recibió explicaciones sobre todo el proceso. Más tarde se reunió con las mariscadoras en Cambados y acudió al Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), en Vilagarcía. Alabó el papel de las mujeres, defendió la igualdad de oportunidades y se inclinó por favorecer el desarrollo sostenible, promocionando las rías como elemento generador de riqueza para la pesca y el marisqueo, pero también para el turismo y el medio ambiente. Abogó así por la defensa de los recursos naturales y confesó la necesidad de impulsar trabajos de innovación "para dar alternativas nuevas a la pesca", desde el convencimiento de que es necesario encontrar "otros productos muy demandados por los consumidores". Tuvo tiempo de recibir por escrito las peticiones de los emigrantes retornados.
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