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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

La escasez de marisco dispara su precio en los mercados

La escasez de marisco dispara su precio en los mercados

Las cotizaciones de las escasas capturas son la única nota positiva en un escenario en el que los bivalvos gallegos siguen perdiendo pie

A las lonjas arousanas apenas llega marisco. Con los rañeiros en tierra, la extracción de los bivalvos de la ría ha quedado en manos de las mariscadoras, que en el último mes han traído a tierra poco más de 73.500 kilos de almejas y berberechos. Las capturas son bajas, muy bajas. Y, como dicta la ley de la oferta y la demanda, los precios son altos. Tanto, que hay especies como la almeja fina o el berberecho que se cotizan esta temporada como si, en lugar de estar en el mes de febrero, estuviésemos en plena campaña de Navidad.

«Os prezos están altos, moito máis altos do que sería normal nestas datas», explicaban ayer desde la lonja de Cambados. Ponen varios ejemplos para ilustrar su afirmación. La almeja japónica, que por estas fechas no suele superar los siete euros y medio en la primera venta, osciló el pasado martes entre los 8,10 y los 9 euros. La fina, la reina de las almejas, tuvo ese mismo día un precio máximo de 32 euros y un mínimo de 22. Este era, el año pasado a estas alturas, el valor máximo que se pagaba por este producto. También el martes se vendió en la lonja un lote de 50 kilos de berberecho a ocho euros, una cotización que no está nada mal.

Los altos precios también se pasean por la lonja de Carril, donde las mariscadoras y los rañeiros -ambos colectivos están parados en estos momentos- miran con cierta envidia las cotizaciones a las que los parquistas están logrando colocar su producto. «Se nota que en otras lonjas hay muy poco marisco. En las últimas semanas los precios subieron y están muy, muy bien», explicaba ayer Moisés Campos, responsable de la sala de subastas carrilexa. La almeja fina vuelve a ser la que más despunta en la tabla de precios, colocándose sin mayores problemas en los 30 euros. «Son precios de Navidad; no de los días punta, pero sí precios muy altos», explica.

También los depuradores arousanos notan el estirón que han dado los precios. Aunque ellos tienen claro que esas cotizaciones no son más que un ligero alivio de luto.

Un producto que vuelve a ser «de lujo» y que ha retrocedido en los mercados

Desde que las lonjas han dejado de nutrirse en los bancos de libre marisqueo de la ría, su aspecto se ha vuelto aún más desangelado de lo que ya resultaba. Esa circunstancia eleva los precios, sí, pero las cotizaciones no son suficientes para evitar que el panorama que se abre frente al sector del mar sea descorazonador. De momento, y a falta de que se concreten los planes de regeneración comprometidos por la Xunta para las zonas de libre marisqueo, las perspectivas de que la producción mejore no se ven por ningún lado. Y eso se traduce en que el producto con marca gallega esté retrocediendo en los mercados en los que, hasta no hace tanto, gozaba de hegemonía.

«El mercado es imparable», decía ayer un depurador arousano. El marisco que Arousa no es capaz de servir lo están buscando -y encontrando- las grandes superficies en otros lugares. «El marisco gallego vuelve a ser un producto de lujo, pero su presencia se está volviendo residual». Conclusión: si algún día la ría se recompone y vuelve a ser lo que fue, habrá que trabajar mucho y muy duro para volver a hacerse un hueco en los bancales.

Pero esos problemas parecen, en estos momentos, muy lejanos. Los mariscadores de a flote arousanos tienen a estas alturas otros frentes a los que atender. Entre ellos, las ingentes dudas que han surgido alrededor de la prestación por cese de actividad: muchos de los solicitantes temen que jamás la cobrarán.

Fuente:La Voz de Galicia


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