Las lonjas de la ría facturan 4 millones de euros más en 2014 pero se descalabran Carril y Rianxo

Es un repunte con respecto a 2013, aunque el estudio de las cofradías advierte de que en la última década se registró una bajada "gradual" de la producción - Los ingresos de la rula carrilexa caen a la mitad en un año

El informe hecho público hace unos días por las cofradías arousanas para mostrar con datos la precaria situación económica que está sufriendo el sector del marisqueo a flote revela que la facturación creció en 2014 en la inmensa mayoría de las lonjas de la ría, a excepción de las de Rianxo, Vilaxoán y Carril, esta última con una espectacular caída de ingresos cercana al 50% al pasar de 6,3 millones de euros en 2013 a 3,7 en 2014. Entre las once rulas, a lo largo del año pasado ingresaron 69,5 millones de euros frente a los 65,2 del ejercicio anterior, lo que se traduce en un incremento de 4,3 millones de euros. Cabe puntualizar que la mitad de la facturación total corresponde a la lonja deRibeira -la única con pesca en altura de la ría-, con 34,7 millones de euros en 2014, 1,5 más que el año anterior.

En el margen sur de la ría de Arousa, la lonja de A Illa -cuya cofradía es la segunda con más socios de toda Galicia- registró uno de los incrementos de ingresos más importante (de 4,6 millones de euros en 2013 a 6,2 en 2014), alcanzando casi las ventas de Cambados (de casi 5,6 millones de euros a 6,7). También la rula de O Grove experimentó un ascenso de sus ingresos por las ventas: de casi 6 millones de euros en 2013 a 7,3 el último ejercicio cerrado. Asimismo la facturación en Vilanova (2,8 millones de euros en 2014), Aguiño (1,7 ), Cabo de Cruz (1,6) y A Pobra do Caramiñal (1,3) creció con respecto al anterior ejercicio.

En la otra cara de la moneda se sitúan Carril, Rianxo y Vilaxoán. Son las tres lonjas de las once que funcionan en la ría de Arousa en las que cayeron los ingresos, siempre según los datos recogidos en el reciente informe de cofradías. En la localidad vilaxoanesa se comercializó producto por un importe de 663.400 euros frente a los 718.000 de 2013.

En el caso de Rianxo, la caída fue mucho más acusada, pues pasó de subastar 417.700 kilos e ingresar por ellos 2,8 millones de euros en 2013 a vender apenas 289.000 kilos que le reportaron unos ingresos de 2,2 millones de euros. La producción cayó un 30%, si bien el aumento del precio medio del marisco contribuyó a que el descenso de la facturación no fuese más agresivo.

Todavía sufrió un mayor descalabro la rula de Carril. Tanto la cantidad de recurso como los ingresos que generó se desplomaron prácticamente a la mitad. En cifras esta tendencia se traduce en 439.000 kilos comercializados en 2014 (con una facturación de 3,7 millones de euros) y casi 900.000 en 2013 (con 3,7 millones de euros de retorno).

En la mayoría de las lonjas arousanas, salvo en Ribeira, el precio medio del pescado y marisco subastados creció ligeramente entre 2013 y 2014, no obstante el encarecimiento no se situó por encima de un euro por kilo salvo en a A Illa, donde las especies se vendieron a una media de 11,24 euros/kilo frente a los 9,6 del año anterior, y en Carril, con 8,58 euros/kilo de media (7,03 el año anterior.

Progresiva caída desde 2005

Atendiendo a las cantidades de producción pesquera y marisquera, el estudio de las cofradías arousanas refleja un incremento generalizado , pues el año pasado se subastaron en las rulas 34,1 millones de kilos de pescado y marisco, más que en 2013 (32,4), que en 2012 (31,8) y que en 2011 (27,8). Pese al repunte de 2014, esa cantidad es inferior a la registrada hace una década, en 2005, con 35,1 millones de kilos.

Los pósitos apuntan que después de que la producción repuntase y tuviese "como exponente máximo el año 2009" [con 45,4 millones de kilos], se percibe una caída de la que tiene mucho que ver la situación actual de las zonas de libre marisqueo". Añaden que "la tendencia general es de disminución gradual y bajada generalizada de la producción, y por lo tanto de las ventas en lonja, que suponen un descenso considerable de los ingresos profesionales del sector y un incremento de los gastos y costes económico-empresariales de la actividad".

Por tanto las cofradías entienden que pese al repunte de 2014, los ingresos y producción nada tienen que ver con los de años atrás: 37,2 millones de kilos en 2007, 39,1 en 2008 o 34,3 en 2010. Además, advierten de que en la última década aumentaron los gastos de combustible en más de un 50%, así como los trámites y el coste de la embarcación para el marisqueo a flote. El IVA pasó de un 4% al 10%. Los costes de iniciar la actividad ascienden a 58.500 euros. Ante esta situación, el sector alerta de que su actividad "no es rentable", abocando a parte de los profesionales al umbral de la pobreza.

Fuente:Faro de Vigo