Ravella acusa a Gallego de utilizar su cargo en el Puerto para enredar con la Festa da Ameixa

Tania García insta al presidente del PP a «documentarse antes de seguir facendo o ridículo» y se pregunta por su deber de sigilo

La primera intervención de Alfonso González Gallego como presidente del Partido Popular de Vilagarcía recibió ayer una sonora respuesta por parte del gobierno local. El responsable conservador propuso cambiar de fecha el Combate Naval para poder celebrar la Festa da Ameixa el 20 de agosto, tal y como reclaman la Cofradía de Carril y los parquistas. Y criticó a Ravella por la supuesta pretensión que el festejo se desarrolle el 15 y el 16 de agosto, coincidiendo con la Festa da Auga. Pues bien, la portavoz socialista, Tania García, no dudó en recomendarle que «se documente antes de seguir facendo o ridículo». Y ello por dos cuestiones. Primero, aclaró García, porque el 15 de agosto, festivo estatal, se reservaría para la degustación central del evento carrilexo, y su víspera para las actividades previas, como el concurso de platos. Pero también por no tener conciencia de «que o final do verán márcao a Noite Meiga, non o Combate Naval» e ignorar que, desde hace años, la Ameixa tiene lugar después del espectáculo de pirotecnia.


Tampoco entiende la portavoz del gobierno la confusión entre categorías de celebraciones que advierte en el presidente del PP, ya que «non é a Festa da Auga a que está declarada de interese turístico nacional, senón as festas de San Roque no seu conxunto», que incluyen el Auga, pero también el combate y la Ameixa.

Por lo demás, García invita al nuevo responsable popular a que se pregunte quién y por qué modificó las fechas de la fiesta los tres últimos años «de forma unilateral». Llama la atención sobre el hecho de que el propio portavoz del PP, Tomás Fole, se negase a cambiar el combate en el calendario cuando era alcalde, pese a las reiteradas peticiones de los hosteleros, que lamentaban que se celebrase tan solo dos días después del Combate Naval.


No fue esta la única vez en la que Fole salió a relucir en el discurso de García Sanmartín. Las contradicciones que la representante socialista aprecia en las palabras de González Gallego le sirven para preguntarse «quen manda realmente no PP, o señor Fole, que lle negou aquela petición aos hostaleiros, ou o señor Gallego, que agora di que os hostaleiros e comerciantes verían ben este cambio de datas». Más grave le parece al equipo del alcalde, Alberto Varela, que el presidente conservador, responsable del departamento comercial de la Autoridad Portuaria, se permita airear cuestiones de índole interna, como que el Concello haya solicitado ya o no autorización del Puerto para el combate: «¿Como pode desvelar ese dato un traballador portuario? ¿¿É que a presidenta Franco só esixe sixilo aos membros do consello de administración?». La Autoridad Portuaria aún no ha respondido a la solicitud para el festival Vilablues Puestos a buscar problemas en los plazos, el gobierno local explica que la autorización para el Combate Naval se suele cursar a la Autoridad Portuaria a finales de julio. «Iso fixo o señor Fole tamén e, por certo, o ano pasado pediuse o 18 de xullo e responderon o 18 de agosto, a véspera do espectáculo», indica Tania García, quien desvela otra cuestión: «A día de hoxe, o Porto aínda non respondeu á cesión de espazos para o Vilablues», que tendrá lugar el próximo fin de semana. La portavoz de Ravella se mostró especialmente dura con lo que considera un «alarde de indocumentación e frivolidade» por parte de González con respecto a la seguridad en las fiestas. Así, y con respecto al plan de turismo seguro al que se refirió el presidente del PP, García se pregunta si «os policías nacionais extra que vai ter Sanxenxo son os mesmos que se lle nega sistematicamente á Comisaría de Vilagarcía». Interpela a Gallego acerca de si la ambulancia medicalizada que también se le niega a Vilagarcía forma parte del operativo que reclama el responsable conservador. Y le interesaría saber qué opina el PP del sobreesfuerzo al que se verían sometidos el personal municipal y los trabajadores de limpieza.

Fuente: La Voz de Galicia