El alcalde Varela resucita sus discrepancias con Villanueva en el acto de la Festa da Ameixa

El regidor de Vilagarcía preside la Orde da Ameixa ante la ausencia de la conselleira do Mar - El patrón atribuye a un"error de Protocolo" del Concello que el presentador no explicase los motivos de la concesión de los premios

Que entre el alcalde de Vilagarcía y el patrón de Carril no hay feeling no es ninguna novedad. Si bien después de semanas de desencuentros -que comenzaron por la fecha de la Festa da Ameixa- parecía que sus diferencias se habían arreglado, todavía queda tela que cortar. Así se desprende del discurso que Alberto Varela pronunció ayer a mediodía en la alameda carrilexa, en el que se refirió a las "discrepancias similares que tuvimos otras veces con la Consellería do Mar o con la organización del San Roque de Carril por la coincidencia de fechas", en clara alusión a Villanueva, al que -pese a las pullas- tendió la mano para empezar a trabajar ya en la próxima edición de la fiesta y así evitar los problemas de este 25 aniversario.

Como cultivador mayor de la Orde da Ameixa, el regidor se encargó de presidir el acto institucional en el que se nombran los nuevos cabaleiros y donas da Ameixa. Aunque la organización había invitado a la conselleira do Mar después de muchos años de veto, finalmente Rosa Quintana no asistió al evento. Algunas fuentes achacan su ausencia al luto oficial decretado por la Xunta por los atentados en Cataluña. 

El alcalde se encargó de cerrar el acto como paso previo al himno gallego y a la actuación de la coral Alento Xoven. Comenzó el primer edil diciendo que "es probable que algunos se sorprendan de verme aquí, pero por encima de cualquier diferencia, siempre estuve y siempre estaré en y con la Festa da Ameixa, embajadora de este pueblo". 

Tras unas palabras de elogio a la localidad carrilexa y a su preciado bivalvo, Varela afirmó que "por encima de todo está Carril y su almeja, por eso deberíamos evitar a propios y visitantes que tengan que escoger entre la almeja de su padres o la sardina revenida de su madre, porque eso solo puede llevar a un combate, y como todo el mundo conoce, empieza quemando algún que otro petardo y termina siendo la bomba. Eso lo sabemos todos los vilagarcianos, pero también lo saben en París o en Noia", dijo con retranca en referencia a la coincidencia en el calendario de la Festa da Ameixa con el festival Revenidas y en alusión a la verbena que ayer por la noche protagonizó la orquesta París de Noia en la playa de Compostela dentro de la programación de la Ameixa, una actuación a la que el Concello puso reparos desde el principio -sobre todo por los posibles daños que pudiesen causar los camiones en el paseo marítimo-, si bien finalmente emitió informes favorables para que Costas concediese el permiso. 

Apeló el alcalde al "diálogo y confianza mutua" para "recuperar el espíritu" de la Festa da Ameixa, que nació hace 25 años del consenso de Concello, agrupación de parquistas y cofradía. Varela no se olvidó de realizar una "mención especial" al personal municipal por doblar esfuerzos para atender todos los eventos de este fin de semana (Ameixa, Revenidas, Combate Naval y desfile de carrozas) y de ensalzar el buen hacer del Ayuntamiento en el evento gastronómico carrilexo, que "con recursos limitados llegamos hasta donde pudimos", 

Al término del acto, ya fuera del palco, el patrón José Luis Villanueva rehusó opinar sobre el discurso del alcalde. Simplemente lamentó que el presentador no hubiese leído los motivos por los que la Orde da Ameixa decidió premiar a Iván Fernández como Parquista Xoven (por seguir la tradición familiar y contribuir al relevo generacional), a Antonio Fernández como Parquista de Honra (por su dilatada y ejemplar trayectoria profesional), a la bodega Maior de Mendoza con la Ameixa de Prata (por apostar "con total lealtad durante años" por la promoción y divulgación de las almejas de Carril) y a Manuel Conles Fuentes con la Ameixa de Ouro (un funcionario de Costas en Pontevedra con "vocación de servidor público"). 

También hubo errores a la hora de identificar a los nuevo cabaleiros y donas de la Orde da Ameixa. Son la diputada vilagarciana del PP Marta Rodríguez (distinguida por ser "pieza clave e interlocutora indiscutible en el desbloqueo de las relaciones de nuestro sector con la Consellería do Mar", explicó luego la organización), la jefa provincial de Costas, Cristina Paz Curbera (por "tratar los asuntos de los parques de cultivo de Carril con especial interés y sensibilidad"), el periodista Guillermo Campos ("principal referente en Galicia en la defensa y puesta en valor de nuestra gastronomía y enología") y el Estrella Michelín Juan María Arzak ("una referencia influyente e incuestionable en las cocinas de distintos pueblos de España"). 

El patrón José Luis Villanueva atribuye el hecho de que el presentador del acto, Eloy Magariños, no leyese las razones que llevaron a la Orde da Ameixa a distinguir a estas ocho persona a "un error de Protocolo del Ayuntamiento". 

Como novedad en esta edición especial de la Festa da Ameixa, que celebró sus bodas de plata, recibieron un reconocimiento público todos los expresidentes de la agrupación de parquistas (Santiago Fernández Vilas, Ventura Vidal Longa y Ramón Quintáns Suárez) y expatrones de la cofradía de Carril (José Abelenda, José Portela, Constantino Silva, Andrés Rivas, José Abuín, Manuel García, Ventura Vidal, Olga Carou y Fernando Franco). La mayoría de las distinciones fueron recogidas por hijos de los expatrones, al estar mayores o ya fallecidos. También se reconoció a José Campos García por ser el artífice de la salsa marinera de las almejas estos 25 años. 

El pregón de la fiesta corrió a cargo del periodista y escritor Manuel Jabois (Sanxenxo, 1978), que llegó a Carril apoyado en una muleta debido a un incidente ocurrido mientras elaboraba el texto para la fiesta. Con un "defendamos o noso" el pregonero se ganó al público. 

Antes de su intervención, tuvo lugar una "reflexión silenciosa" -definió el presentador- con motivo de los atentados de Cataluña. El párroco carrilexo pronunció un rezo religioso sobre el palco de la alameda. 

Dejando a un lado la parte institucional, la carpa para degustar almejas estuvo completamente abarrotada. Incluso se llegaron a agotar las existencias de bebida. Y es que cuando amainó el viento del norte, el calor era sofocante.

Fuente: La Voz de Galicia