Hugo Ribeiro se ciñe la Triple Corona Illas Atlánticas

El luso completa su pleno de triunfos ganando la travesía entre Sálvora y Vilagarcía

El luso Hugo Ribeiro selló ayer su condición de campeón de la Triple Corona Illas Atlánticas. Lo hizo a lo grande. Sumando a sus contundentes triunfos en las travesías a nado entre Ons y Sanxenxo (13 kilómetros), en el 2015, y Cíes y Baiona (16 kilómetros), en el 2016, la apabullante victoria en la vilagarciana playa Compostela; final a los 28 kilómetros que a primera hora de la mañana empezaban a cubrir los 107 intrépidos deportistas presentes en la línea de salida en el arenal del Almacén, en la isla de Sálvora, en la prueba a nado más dura de España según su organizadora, la firma Atlantic Extrem Sports.

Ribeiro empleó ayer 6 horas, 50 minutos y 34 segundos. Con 18 minutos y 30 segundos de ventaja respecto a quien calcó su segundo puesto en las dos pruebas precedentes del tríptico de la Triple Corona Illas Atlánticas, el catalán Marc Ciurana (7.09.03). Este último, protagonizando junto al lalinense afincado en Ourense Alberto Taboada (7.09.11) lo más parecido a un final al esprint que pueda deparar una travesía de esta dureza, con 28 kilómetros en los que la pelea con el resto de los nadadores acababa desplazada a un segundo plano por la guerra que cada participante libró con un mar de fría enemistad y los límites de su propio cuerpo. La madrileña Rebeca Santos, recientemente coronada campeona del mundo de aguas abiertas en categoría máster, y tercera el año pasado en la travesía entre Cíes y Baiona, finalizaba cuarta en 7.09.47, a poco más de medio minuto del podio general de la travesía Sálvora-Vilagarcía.Minutos después de cruzar la última meta, Hugo Ribeiro confesaba que «posiblemente esta ha sido la segunda prueba más dura de mi carrera». Con dos participaciones en la Copa del Mundo de 32 kilómetros, explicó que «en el primer tramo había mucha ola y mucho frío -15 grados en el agua-. A los 8 kilómetros estuve a punto de retirarme por hipotermia, porque el ritmo marcado -los nadadores avanzaron agrupados por la organización hasta el kilómetro 12- era muy lento». Pero «a los 8-10 kilómetros el oleaje cesó, el mar se puso plano y más caliente, conseguí recuperar sensaciones, y para adelante hasta el final», superando el último escollo al encontrar en la marea un nuevo enemigo al pasar el puente de A Illa.

Fuente: La Voz de Galicia