El Plan Rector de Illas Atlánticas prevé indultar a los parques de cultivo de Carril

El borrador prohíbe nuevas instalaciones de acuicultura junto a las islas salvo los viveros carrilexos - Se permite la pesca y marisqueo sostenibles


El borrador del Plan Reitor de Usos e Xestión (PRUX) del Parque Nacional Illas Atlánticas prevé la prohibición de nuevos establecimientos e instalaciones de acuicultura en todo el ámbito del parque, a excepción de los parques de cultivo de Carril.

Así lo asegura la Consellería de Medio Ambiente, cuya directora xeral de Patrimonio Natural, Ana María Díaz, reunió ayer a las federaciones provinciales de cofradías de pescadores de Pontevedra y A Coruña para exponerles el documento de inicio del Plan Rector de las islas. Díaz invitó al sector a participar en el proceso de exposición pública de este documento que se aprobará por decreto.

La directora xeral aseguró que el futuro PRUX permitirá la pesca y el marisqueo sostenible. Señaló que la propuesta será promover políticas en materia de aprovechamiento tradicional de los recursos marinos naturales que fomenten el mantenimiento en un estado de conservación favorable los núcleos poblacionales y las áreas prioritarias de las especies de interés. También se promoverá el mantenimiento de las actividades profesionales de carácter tradicional existentes y que se encuentren reguladas por el organismo autonómico competente en materia de ordenación pesquera en aguas interiores, marisqueo y acuicultura.

Para hacer compatible el aprovechamiento sostenible con la conservación se elaborará un código de buenas prácticas para hacer de la actividad pesquera una práctica sostenible, que será consensuado con la Consellería do Mar.

Otra de las novedades que recoge el PRUX es la comercialización de los productos obtenidos de la actividad pesquera y marisquera dentro del ámbito del parque nacional bajo una marca de calidad, que se desarrollará con un reglamento específico.

En cuanto a los usos en la zona marítima, se establecerá una zonificación. Por primera vez se tendrá en cuenta el criterio bidimensional, es decir, la dimensión vertical del medio marino. Así, se diferencia un uso distinto en la superficie (permitiendo la navegación, por ejemplo) que en los fondos marinos, con un uso más restringido o incluso de reserva.