Registran una veintena de depuradoras en Galicia en busca de almeja portuguesa ilegal
-El país vecino trata de erradicar el furtivismo en sus aguas controlando a los receptores del producto en España -La policía busca documentos emitidos desde 2016 -Actúa en las rías de Arousa y Pontevedra y en Santander
Las autoridades policiales y judiciales de Portugal, con apoyo de las españolas -medio centenar de efectivos-, desplegaron ayer en las rías de Arousa y Pontevedra, así como en Santander, una operación contra el contrabando de almeja.
Registraron una veintena de depuradoras de moluscos e incluso una empresa de artes gráficas, procediendo a inmovilizar al menos 1.400 kilos de japónica en Campelo (Poio) y a decomisar otros 200 kilos en A Illa, en este caso junto a 1.100 kilos más de berberecho, de talla antirreglamentaria.
Buscaban documentación relacionada con el envío de almeja japónica desde el país vecino. Por un lado tratan de determinar si se comercializa en Portugal producto sin control sanitario, y por tanto con posible toxicidad.
Pero sobre todo siguen la pista a una trama organizada que mediante la falsificación de documentos públicos se encargaría de manipular las guías de transporte empleadas para despachar sus bivalvos. Básicamente se trata de determinar si los portugueses cometen delito en la comercialización, de ahí que se registrara a empresas receptoras en Galicia y Cantabria para examinar y cotejar documentos en busca de albaranes o guías falsos.
Los registros solicitados por un juez portugués fueron respaldados por los juzgados de primera instancia de Cambados y Pontevedra. Con esas órdenes en la mano la Policía Marítima de Portugal y la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional, desplazada desde Madrid, pudieron registrar depuradoras en Campelo, A Illa, O Grove, Cambados y Raos (Santander).
Abanderados por los responsables judiciales implicados en esta operación, que se prolongó durante todo el día, los agentes recibieron el apoyo de la Policía Autonómica y Gardacostas. En algunas empresas se limitaron a entrar y salir, ya que o bien no trabajan almeja o lo hacen de manera testimonial. En otras permanecieron durante horas revisando documentos y haciendo fotocopias. Incluso se llevaron material gráfico.
Hablando de esto hay que indicar que también se registró una empresa de artes gráficas que trabaja para diversas depuradoras diseñando albaranes, facturas y demás documentos. "Andaban buscando determinados papeles o impresos de alguna empresa, pero no tenemos nada que ver con este tema", explica su propietario.
"Desproporcionado"
"Es un despliegue policial terrible y desproporcionado que perjudica nuestra imagen en busca de almeja japónica que se extrae en Portugal y se vende aquí", decía uno de los depuradores.
Otro manifestaba que "lo que están investigando son las operaciones de compra-venta de almeja de 2016, 2017 y lo que va de 2018, pero en nuestro caso tenemos todo en regla". Parece ser que los agentes portugueses le explicaron "que el 90% de la gente que vende los bivalvos allí son furtivos, y no les coinciden las cifras relativas a lo que producen y mandan desde Portugal con los datos que declarados en España en cuanto a compra de su producto, por lo que intentan reducir al máximo el furtivismo en su país".
Para determinar qué sucede y buscar culpables "están yendo depuradora por depuradora para pedir documentos y dar con quiénes nos envían la mercancía", explica.
Otro empresario puntualiza que "al llegar los policías nos pidieron guías portuguesas desde 2016 y se las entregamos; miraron que todo estuviera correcto y que las guías estuvieran amparadas por facturas".
Acto seguido "nos dijeron que todo estaba bien y se fueron, para después acercarse Gardacostas a revisar toda la mercancía que había en el pilón y comprobar su trazabilidad".
Este fue el proceder en prácticamente todos los centros. En alguno los encargados del registro "nos dijeron que la mayoría de los portugueses que venden en Galicia modifican las guías a mano, y ese es el delito que están persiguiendo".
Roberto Fariña, presidente de la Asociación Galega de Depuradores (Agade), declara que "no podemosinmiscuirnos porque es una investigación abierta, pero todo indica que esto no tiene nada que ver con nosotros, sino que sería responsabilidad de empresas portuguesas encargadas de la exportación de la almeja".
Un registro simultáneo que comenzó a las 9.00 horas
A las nueve de la mañana de ayer comenzaba el registro simultáneo de empresas depuradoras de Campelo, A Illa, O Grove, Cambados y Santander, a instancias de un juez portugués que, en colaboración con los juzgados cambadés y pontevedrés, buscaba almeja de contrabando en España.
En el caso concreto de O Grove a las 8.30 horas se reunían una veintena de vehículos policiales en el aparcamiento central del istmo de A Lanzada, donde se dieron los últimos retoques al operativo antes de dirigirse a las empresas incluidas en la orden de registro.
"Lo que queremos es que nos manden producto en regla"
El gerente de una de las depuradoras de Cambados registradas quiso explicar lo sucedido "porque no tenemos nada que ocultar y todo está en regla". Al referirse a la operación policial explicó que "son procedimientos que no gustan y que causan trastornos porque nos impiden trabajar con normalidad, pero hay que asumirlo y colaborar".
Este histórico del sector depurador, una de las referencias del mismo en Galicia, explica lo sucedido diciendo que se trata de "un problema de documentación en Portugal, y lo que hicieron fue venir aquí para ampliar su investigación y ver si de una vez por todas son capaces de erradicar esa comercialización rara que tienen los portugueses". Como otros empresarios destaca que "no es una investigación por toxicidad del producto, sino por falsedad de documentos en Portugal, donde al parecer hay personas que cargan la mercancía y emiten documentos falsos; esto supone que el producto no está amparado por los organismos oficiales y a nosotros nos llega con documentos falsos que, lógicamente, no podemos diferenciar, por lo que tienen que ser ellos, los portugueses, los que comprueben y actúen en consecuencia".
Señala que el deseo de los depuradores gallegos es "que Portugal nos mande producto en regla, como se hace aquí cuando compras en cualquier lonja y mediante los correspondientes documentos de registro y trazabilidad". Este depurador concluye que a su sector le interesa "que esto se solucione en origen".
"Aquí pasa controles"
Los depuradores gallegos aseguran que "el producto portugués pasa todos los controles analíticos en nuestras industrias, y por tanto no hay problemas de toxicidad; otra cosa es que te engañen con una guía que no es legal".
Sentencian que "los causantes de todo este desaguisado son las empresas exportadoras portuguesas que emiten la documentación ilegal".
Fuente:Faro de Vigo
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