Rañeir@s asume la gestión del libre marisqueo con el objetivo de recuperar una producción que está bajo mínimos

Especialmente preocupantes son las bajas cifras de extracción de bivalvo en O Bohído y Cabío

 

Los bancos de libre marisqueo de la ría de Arousa iniciaron ayer una nueva etapa bajo la gestión de la entidad Rañeir@s da Ría, que pretende recuperar una producción que está bajo mínimos. Especialmente preocupantes son las bajas cifras de extracción de bivalvo en O Bohído y Cabío. Desde octubre, cuando comenzó la campaña, y hasta la pasada semana, de las cuatro zonas de trabajo han salido 242.711 kilos.

Según los datos facilitados por la Consellería do Mar, en Cabío únicamente se capturaron 27.873 kilogramos, frente a los 40.000 del mismo período del 2017 y los 90.000 del 2016. El descenso convierte a esta zona de trabajo en la menos rentable.

  

O Bohído

Por lo que respecta a O Bohído, continúa sin recuperarse tras el bajón de la temporada anterior. Así, los productores trajeron a tierra 58.000 kilos, lo mismo que hace un año. Se trata de una cifra muy alejada de la que, por ejemplo, se consiguió entre octubre y diciembre del 2016, que ascendió a 97.000 kilos.

Os Lombos ha sido el único de los tres grandes bancos que ha mejorado sus resultados. Así, los mariscadores consiguieron poco más de 120.000 kilos, frente a los 90.000 del 2017. Cabe señalar que también se trata de la zona que soporta el mayor esfuerzo pesquero.

  

Además, Os Lombos es el único banco con producciones destacadas de berberecho, 17.000 kilos; almeja fina, 12.672; y japonesa, 79.000. Solo hay dos especies en las que se ve claramente superado, la almeja babosa, de la que en O Bohído se consiguieron 26.000 kilos; y la roja, en la que la flota que trabaja en Cabío consiguió 14.600 kilos.

La entidad Rañeir@ da Ría de Arousa asume la gestión, que hasta ahora estaba en manos de Mar, consciente de que su margen de maniobra en lo que queda de campaña es escaso. Sin embargo, sí a adoptado medidas nuevas.

  

En principio, está previsto suspender la actividad durante dos semanas en enero, algo que hasta ahora no se hacía, para evitar la comercialización de bivalvo durante el período que menor valor tiene.

Fuente: La Voz de Galicia