Un estudio de los parquistas plantea la protección de la marca "Almeja de Carril"
La agrupación de parquistas de Carril ha encargado un completo informe en el que se analiza la situación del mercado de almejas y berberechos y que plantea no solo la promoción y protección jurídica de la marca "Almeja de Carril", sino también la identificación, adaptación y adopción de una visión público-privada de sostenibilidad de la actividad, que es el principal motor económico de la localidad.
En este documento se destacan las debilidades y amenazas, entre las que citan la revisión del régimen de concesiones administrativas que afecta a las parcelas, por entender que las sitúa actualmente en una gran indefinición jurídica. "La reforma sin consensuar el Real Decreto 158/91, que regula los derechos de concesión, resulta a todas luces innecesaria. Introduce una gran incertidumbre en la actividad convirtiéndose en un importante elemento desincentivador", indican los parquistas.
En este informe expresan que "resulta inexplicable la actuación de la Administración autonómica, al abrir un conflicto gratuito en uno de los principales centros productores del marisqueo gallego, que aporta entre el 25 y el 30% de la producción total. Un conflicto que pone en cuestión el propio desarrollo de una de las principales actividades económicas de Vilagarcía, por mano de obra implicada y su influencia en el sector terciario, turismo y restauración. Para los agentes implicados la opacidad en el proceder de la administración remite directamente a inconfesables intereses, de carácter político y económico".
Otra de las debilidades señaladas en el trabajo se refiere a la calidad de las producciones, ya que en los últimos años diversos factores han afectado al producto. Además de las elevadas densidades de población, han incidido negativamente la contaminación de la ría, los suelos fangosos y el fraude sanitario.
En el caso de la contaminación de la ría el problema no es solo el incremento de la tasa de mortalidad del bivalvo, sino también el deterioro organoléptico del producto en fresco. El problema de los suelos fangosos provoca el ennegrecimiento de las conchas, que genera rechazo por parte del consumidor. El fraude sanitario se relaciona con dos prácticas generalizadas que afectan a la producción y rentabilidad de los parques. Por un lado está el furtivismo y por otro las importaciones de semillas o almejas incontroladas.
"Asegurar la trazabilidad del producto desde la obtención de la semilla hasta la venta al consumidor final se convierte en un elemento clave para el sector marisquero, tanto para evitar fraudes comerciales como problemas sanitarios y ambientales. A este respecto se hace imperativa la necesidad de cerrar el ciclo de cultivo en lo relativo al aporte de semilla de calidad", expone el informe.
Otra de las debilidades está en la comercialización de los productos, especialmente en esta época de crisis. La agrupación está valorando la posibilidad de poner en marcha una depuradora propia, asumir el control de la lonja y disponer de una central de ventas, así como de puestos comerciales en Mercamadrid y Mercabarna. Pero por el momento estos proyectos no han tenido concreción.
"El sector marisquero de Carril necesita caminar hacia una organización interprofesional, de carácter local, que agrupo a los agentes productivos y comerciales del entorno", indican los parquistas. El informe añade que "más que promocionar una marca, lo que necesita Carril es poseer la capacidad de apropiarse de los beneficios que genera entre los consumidores".
Para esta agrupación la Administración autonómica debería jugar un papel decisivo en este proceso. "Debería fomentar un modelo de gestión territorial que permita compatibilizar el uso de las áreas para la acuicultura con otros usos del borde costero, asegurando la calidad sanitaria imprescindible, la pureza de las aguas y del medio ambiente e impulsando la responsabilidad social de los agentes implicados. La imagen de Carril y de sus productos de acuicultura no solo debe pasar por la promoción y protección jurídica de la marca "Almeja de Carril", sino también por identificar, adaptar y adoptar una visión público-privada consensuada de sostenibilidad de la actividad".
Los parques de Carril constituyen una producción de acuicultura artesanal intensiva de almejas y berberechos en régimen de semicultivo. Son en total 1.283 parcelas de cultivo que ocupan un extensión de 957.356 metros cuadrados, cultivados por 656 productores. Un 65% de los trabajadores de estos parques lo hacen por cuenta propia, como concesionarios, el 25% es ayuda familiar y un 10% son empleados por cuenta ajena. La facturación media por parque supera los 15.000 euros. Con más de 700 ocupados, puede decirse que es una de las primeras actividades de Vilagarcía de Arousa en mano de obra empleada.
En la última década su lonja ha subastado unas 1.600 toneladas anuales de marisco, principalmente almeja babosa, fina, japonesa y berberecho, con un valor de 8 millones de euros. Pero una cantidad similar es canalizada hacia los depuradores o consumidores directamente. De esta forma la producción de los parques rondaría en la última década las 3.200 toneladas y 16 millones de euros de promedio anual, lo que representa más de la cuarta parte de la producción de almeja babosa, fina, japonesa y berberecho de toda Galicia.
Los parquistas realizan una actividad acuícola en bancos artificiales y por lo tanto no están sujetos a cupos de producción. Además suelen disponer de licencias para vender directamente a los establecimientos hosteleros. Muchos de ellos alquilan pilones en depuradoras para tratar su producción.
Los parques de Carril se muestran como una estructura productiva competitiva, ya que a lo largo de la última década su producción fue muy superior al crecimiento de la producción de Galicia y su diferencial de precios respecto a la almeja de importación es muy inferior, lo que los sitúa en una situación más favorable de competitividad.
Fuente:Faro de Vigo
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