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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

El mapa «bélico» de las cofradías

Luchas internas, conflictos por lindes, choques con la Administración o el furtivismo provocan tensiones en las playas gallegas.

No es una leyenda urbana, sino cierto que hace 35 años tuvo que venir una fragata de la Armada a calmar los ánimos entre los mariscadores de Carril y de Rianxo, enfrentados por la explotación de Os Lombos do Ulla. Un trabajo que hoy se realiza sin traumas, hizo en su día que la sangre llegase al río (Ulla): era la de los 20 heridos que se cobró una de esas batallas campales entonces comunes. Curiosamente, la gestión de ese banco vuelve a hacer que los del norte y el sur de la ría se miren con recelo.

Son pruebas de que, en el mar, puede haber incendios. Los que detonan los conflictos que hay en el seno de las cofradías. Algunos están larvados, y con las tensiones afloran periódicamente; otros ya enquistados, y otros vivos o latentes que han provocado, incluso, escenas de violencia en las playas. En todo caso, ninguna de las últimas ha requerido la presencia de la Armada.

 

El mapa bélico de las cofradías recoge una amplia tipología de conflictos: internos, por diferencias entre dos bandos; fronterizos, por la explotación de una zona colindante; entre cofradías, por entender de forma distinta la captura de una especie; o con terceros, esta última tiene su mayor exponente en las tensiones por el furtivismo.

 

 

polvorín en arousa norte

Doblete en Cabo de Cruz. Cabo de Cruz (Boiro) es un ejemplo del primero y el último caso. Además de tener fuertes conflictos con los furtivos, las mariscadoras de a pie están abiertamente enfrentadas con el cabildo, al que reprochan que les avisen de los turnos de vigilancia con un día de antelación, que el pesaje que realizan en la playa no coincida con el de la lonja, donde se usa una báscula de precisión, e incluso han provocado que la Agencia Estatal de Protección de Datos haya abierto un procedimiento sancionador después de que el pósito colgase en el tablón de anuncios datos personales de las mariscadoras.

Además de con el colectivo de a pie, el equipo de Carmelo Vidal, patrón mayor de Cabo, aún tiene que lidiar con los furtivos, que de un tiempo a esta parte han aumentado el número de escaramuzas y han ganado en agresividad. Sin ir más lejos, la semana pasada Vidal y un guardia jurado fueron amenazados con un hacha y un rastro cuando perseguían a un grupo de mariscadores irregulares. En Rianxo, la relativa paz interna se ve enturbiada por la acción de los furtivos, que amenazan y atentan contra las propiedades de los mariscadores.

 

tensión casi general

De Carril a Vilanova. En la zona sur de Arousa, la tensión está instalada en casi todos los pósitos. En Carril, esta semana se reavivaba un conflicto que estaba aletargado: el que enfrenta al colectivo Lazareto, formado por un grupo de personas que reivindican su derecho a trabajar en el mar, con las mariscadoras de a pie. La Xunta parecía haber tomado partido por el primer grupo, y concedió el pérmex a 12 de sus integrantes, pero el viernes anuló esos permisos y reabrió una guerra que amenaza con ser larga y dura. En Vilaxoán, también es el marisqueo lo que da guerra: un grupo de mujeres se niegan a realizar los turnos de vigilancia establecidos por la agrupación. La tensión acumulada durante años ha cristalizado ahora: el plan de explotación recoge la obligatoriedad de participar en la vigilancia y las afectadas han presentado un recurso contra el mismo.

Vilanova es otro de los puntos calientes. La única patrona mayor del sur de la ría, Evangelina Lago, tiene frentes abiertos por todos lados. Sus relaciones con el sector del marisqueo a flote son tensas, y con el de a pie, peores. Un calendario de trabajo, la remuneración del mismo, los puntos de control o cualquier otro asunto, por nimio que parezca, puede degenerar en insultos a pie de playa. Algunos han acabado en el juzgado.

 

a río revuelto...

Una huelga de hambre. El conflicto interno que se vive en la Cofradía de Baiona entre el patrón mayor y la presidenta de los percebeiros a cuenta de la vigilancia provocó, incluso, que el máximo responsable del pósito, Fernando Leyenda, iniciase una huelga de hambre para que la Xunta mediase en el problema. Es más, el alcalde ha intervenido y propiciado un careo entre Leyenda y la líder de los percebeiros, Susana Rodríguez, que, sin embargo, no produjo acercamiento. ¿La ganancia? Para los furtivos, pues los percebeiros ingresaron el año pasado 60.000 euros menos por la venta del crustáceo.

 

costa da morte

Cierre de la lonja de Laxe. Al margen de los enfrentamientos por el furtivismo, la Costa da Morte disfruta de una calma relativa, después de las tensiones que llevaron al cierre de la lonja de Laxe por discrepancias con el patrón mayor.

 

 

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