Contestación al Secretario Xeral do Mar-La carta íntegra

 

                             Vilagarcía de Arousa, a 24 de enero de  2014

 

             Estimado Sr. Maneiro:

 

 Le informamos que una vez leído su escrito de fecha dos de enero del presente año, no nos sorprende en absoluto que nos diga que no hay asuntos que debamos tratar entre el cargo que usted ostenta y nosotros, dado que lo que usted nos manifiesta lo tomamos en clave de una deleznable socarrona ironía.

Usted sabe mejor que nadie que temas como el decreto 158/91, referente a la revisión y reordenación de los parques de cultivo de Carril, la Orden reguladora del tamaño de la almeja, en relación con los productos de la acuicultura o las elecciones a la Cofradía de Pescadores de Santiago Apóstol de Carril, son de un máximo interés para nuestro colectivo y para los intereses económicos de la zona.

Mire usted señor Maneiro, los hombres de la mar somos personas directas, poco amigas de insulsos remilgos y por lo tanto de marear la perdiz, así como de entrar en un tenebroso laberinto de dimes y diretes que conducen únicamente a un estúpido tedio.

Desde que usted apareció en la escena política de nuestra Consellería de Mar, los asuntos que nos ocupan no pudieron ir peor. Su pertinaz testarudez en negarse a entablar con nosotros un razonable diálogo, indujo al sector a un giro copernicano desconocido en cualquier tiempo anterior, colmando de crispación y desconfianza a nuestro colectivo social hacia la Administración Autonómica que usted desde su cargo representa. La situación no puede ser peor, puesto que se encuentra profundamente enconada y con visos de no retorno.

Únicamente cabe esperar un gesto de verdadera generosidad política por su parte y así abrir la puerta para establecer un sincero y sensato diálogo que satisfaga a todos.

Los representantes de los parquistas estamos dispuestos a embarcarnos en tan sublime tarea, porque entendemos que la política con mayúsculas se escribe procurando primar siempre los intereses públicos sobre cualquier otro, incluido el del orgullo personal alimentado por el rencor.

Embarcase o no en la propuesta que le brindamos es ahora una decisión suya.

Si la acepta podemos reconducir nuestra relación dentro de los parámetros de la normalidad. Si la rechaza con la indiferencia silenciosa a la que nos tiene acostumbrados, únicamente nos cabe esperar a que finalice su papel en el escenario político de esta legislatura.

Nosotros por nuestra parte ya sabe que seguiremos tenazmente firmes en nuestro empeño, esperando tiempos mejores para encontrar un ecuánime consenso político, en donde poder incardinar nuestros legítimos intereses. Porque como decía nuestro irónico paisano Camilo José Cela, haciendo suya la máxima tomada del dintel de la antigua casa de los canónigos de Iria Flavia: “El que resiste, gana”.

 

Sin otro particular y a la espera de sus noticias, reciba un saludo.

 

                                     José Luis Villanueva Vicente.