La almeja se vende en las lonjas hasta seis euros el kilo más barata que hace un lustro
La cotización media de la fina en abril de 2008 en Vilanova era de 26 euros, frente a los 20 de este año, y en el caso de la babosa ha pasado de 15 a 12 euros en Cambados
La almeja es uno de los principales sostenes económicos de las cofradías, por los ingresos que genera su venta en las lonjas. Pero la crisis económica ha hecho que el precio del bivalvo baje considerablemente, con la consiguiente merma de recaudación para muchos pósitos. Tanto es así que en algunas lonjas arousanas el precio medio de la almeja fina es de hasta seis euros el kilo más bajo que en 2008, antes de empezar la crisis. En el caso de la babosa, la diferencia ronda en muchos casos los cuatro euros el kilo.
La disminución del consumo y de la demanda de esta clase de mariscos ha tenido una traducción directa en las cotizaciones media que la almeja alcanza en las rulas. Así por ejemplo, el precio medio de la babosa en abril de 2008 en Cambados o A Illa superaba los 15 euros el kilo, mientras que este año ni siquiera llega a los 12. En Vilanova, hace seis años la cotización media de la almeja babosa en la lonja fue de 14,7 euros el kilo, y en lo que va de abril apenas rebasa los 10.
También hay diferencia en el caso de la almeja fina, que en Vilanova llega a los seis euros el kilo si se toman como referencia los precios medios de abril. Así, el de 2008 había sido de 26 euros, mientras que el de este año es de 20, según los datos de la plataforma Pesca de Galicia.
En Cambados, sin embargo, apenas hay diferencia en el caso de la fina, mientras que en Carril los datos del presente abril están siendo mejores que los del mismo mes de 2008, con la diferencia de que en aquel entonces los precios habían sido notablemente mejores entre enero y marzo.
Esta circunstancia tiene una influencia directa sobre los recursos de miles de personas que se dedican al marisqueo, tanto a pie como a flote, y también para las cofradías, al tratarse de una de las especies más importantes por volumen de ventas y facturación en las rulas arousanas.
Algunos pósitos están atravesando por dificultades económicas desde hace dos años, y aunque la pérdida de valor comercial de la almeja no sea el único factor que lo explica, tiene una gran incidencia en la merma de ingresos, ya que las cofradías obtienen un porcentaje de las ventas. Y también afecta a las economías de los mariscadores. Las de a pie de Cambados, por ejemplo, han pasado de ingresar de media unos 15.500 euros al año a poco más de 11.500, aunque en este caso concreto también esté vinculado con el aumento del número de mariscadoras.
La presencia de berberecho sigue bajo mínimos
Otra de las especies "clave" para el sector, especialmente para el marisquero, es el berberecho, afectado desde hace unos años por una intensa mortandad que lo ha diezmado en toda la ría. En Cambados, por ejemplo, se ha pasado de los casi 70.400 kilos de 2006, que generaron un volumen de negocio en la lonja de 210.000 euros, a apenas 200 en lo que va de año. En Vilanova los 131.500 kilos de 2009 han pasado a apenas 1.200 desde el pasado enero, y en O Grove de los 80.000 kilos de 2010 se pasó el año pasado a menos de 200.
La mortandad del berberecho también se deja sentir mucho en Carril, en cuya lonja se vendieron en 2010 511.000 kilos. Al año siguiente hubo menos mariscos a la venta en la lonja, pero generaron más ingresos, con una recaudación total que superó los dos millones de euros. El año pasado, sin embargo, se subastaron poco más de 100.000 kilos, con una facturación de 305.000 euros, y en lo que va de 2014 los menos de 32.000 kilos vendidos han generado 85.500 kilos.
Unos datos que ahondan en las dificultades que atraviesa el sector tras un invierno extraordinariamente lluvioso, lo que provocó intensas riadas de agua dulce y la consiguiente mortandad de marisco en amplias zonas de la costa arousana.
Fuente:Faro de Vigo
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