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AGRUPACIÓN PARQUISTAS DE CARRIL

El segundo recuento de la Cofradía de Carril apenas modifica un voto

Mar reactiva el proceso que situará a José Luis Villanueva al frente del pósito

Si alguien esperaba alguna sorpresa en el segundo recuento de las votaciones del 28 de junio en la Cofradía de Carril, ordenado esta semana por la Consellería do Medio Rural e do Mar, no habrá tenido más remedio que darse con un canto en los dientes. El escrutinio, destacan fuentes del departamento autonómico y lo confirman los miembros del cabildo, se llevó a cabo ayer con total normalidad. Tanta, que en realidad apenas modificó los resultados contabilizados al cabo de la propia jornada electoral. Solo un voto cambió de lugar. La vocal María Dolores Barral, que había resultado elegida con 34 papeletas en el sector del marisqueo a pie, suma una más a su cosecha y redondea los 35 apoyos. Punto. Por lo demás, todo sigue como las urnas lo dejaron hace un par de semanas.

Superado el trámite, en el que la delegación de la consellería en Carril empleó varias horas, Mar anunciaba la reactivación del proceso electoral en el pósito carrilexo, que la junta electoral había paralizado tras la impugnación de las votaciones. Así las cosas, lo más probable es que la cofradía agote el plazo de constitución de su xunta xeral, que tendría lugar el lunes junto a la elección oficiosa del patrón mayor. Tras haber barrido a la candidatura rival, que encabezaba Rosario Maneiro, pocas dudas caben acerca de que será el presidente de los parquistas, José Luis Villanueva, quien se sitúe al frente de la entidad.

De su lista forma parte el todavía patrón mayor, Fernando Franco, que continuará en el cabildo ocupando una de las doce vocalías que corresponden al sector de parques de cultivo, marisqueo a flote y pesca de bajura.

 

La controvertida impugnación

Franco asistió al recuento, en el que también estuvo presente la mujer de la que partió la impugnación, María Eugenia Muñiz Abalo. Fueron, como mucho, una veintena de personas las que se dieron cita en la delegación de Mar, a las nueve de la mañana, para presenciar un proceso en el que los miembros de la junta electoral se tomaron su tiempo. Nada extraño, por cuanto el escrutinio había exigido, ya el día de las votaciones, varias horas.

Si Muñiz Abalo -que pedía la anulación de las elecciones y denunciaba la presencia de dos jubilados en la mesa electoral, el hecho de que el acta no recogiese sus protestas y la negativa a que los candidatos estuviesen presentes en el recuento original- está descontenta con la decisión de Mar, es fácil imaginar que la opinión del cabildo no es mejor. Fernando Franco insiste en que, lejos de lo apuntado por la denunciante, durante la jornada electoral nadie quiso que las actas recogiesen sus apreciaciones, ni tampoco asistir al escrutinio. Es más, el patrón mayor recuerda que los miembros de la cofradía no pueden acceder a la vida laboral de su gente, ni conocer por tanto quién acaba o no de jubilarse. La propia junta electoral, concluye el todavía máximo responsable del pósito, aceptó la composición de la mesa electoral sin oponer reparo alguno.

Fuente:La Voz de Galicia

 

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