Anoche se reunía la junta general de la cofradía de Carril para debatir el plan de explotación que durante el próximo año regirá el trabajo de los mariscadores adscritos a ese pósito. El asunto debería ser de trámite, pero no lo fue: tanto el sector de marisqueo a flote como el de a pie reclaman para sí el derecho de trabajar en el archipiélago de As Malveiras.
Era precisamente esa cuestión la que hizo que, a las puertas del pósito, se concentrasen ayer por la tarde un puñado de mariscadoras de a pie. Se trata del grupo que lleva años reivindicando lo que consideran su derecho a trabajar una zona que lleva tiempo formando parte del área de trabajo de los rañeiros. Estas mujeres aseguran que la concesión de ese espacio al sector de a flote fue acordada de forma arbitraria, y quieren que la cofradía, en quien la Xunta ha delegado la toma de una decisión sobre este asunto, modifique la situación. Hace unos días, intentaron escenificar sus reivindicaciones tratando de llegar hasta As Malveiras en una lancha hinchable.
De momento, no parece que haya visos de que vayan a lograr su objetivo. Ayer, antes de que se iniciase la reunión de la junta general -que continuaba al cierre de esta edición-, el patrón mayor, José Luis Villanueva, aseguraba que las aspiraciones de este colectivo no son viables. Villanueva instó a la agrupación de a pie a «facer plantexamentos sensatos» y a aflojar la tensión que este asunto genera en Carril y, más en concreto, entre los socios de la cofradía de esta villa vilagarciana.
Fuente:La Voz de Galicia
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