AROUSA Los depuradores prevén que el marisco vuelva a ser producto de lujo esta Navidad
La escasez de bivalvos augura que los precios se van a disparar tras varios años de contención festiva
Aunque para las grandes citas navideñas aún falta un mes largo, para el sector de la depuración de mariscos la última campaña del año ya está en marcha. Para surtir las mesas de las fiestas de todo tipo de productos, los comercializadores suelen empezar a hacer acopio de material en el mes de octubre. Así que, «na teoría, estamos xa en plena campaña», señalaba ayer Ramón Blanco, presidente de Agade. En teoría, porque «na práctica, hai tan pouco marisco que o de facer stock está complicado», señalaba el portavoz de los depuradores.
Sin stock en las piscinas de las depuradoras, y sin grandes cantidades de marisco en las lonjas, la conclusión parece evidente. A poco que funcione la ley de la oferta y la demanda, dicen los depuradores gallegos, estas navidades los mariscos volverán a valer su precio en oro. Tras unos años de contención, también en las cotizaciones de los bivalvos, parece que este diciembre será un mes de grandes números en las lonjas. Especies que tradicionalmente se mantenían en un arco de precios equilibrado, parece que en esta ocasión también van a colarse en el capítulo de productos de lujo. Es el caso del berberecho, que a estas alturas del año «xa se chegou a pagar a 27 euros o quilo en Noia», según explica un depurador cambadés. O de la almeja babosa, que se deja ver por las lonjas con menos frecuencia de la habitual.
«Coa ameixa e o berberecho non damos levantado cabeza», reconocía ayer el presidente de Agade. Está convencido de que estos mariscos, especialmente las mejores piezas, «van andar cos prezos disparados». Está por ver, apunta, si el mercado es capaz de asumir esas cotizaciones. Porque la crisis sigue ahí. Y por muy escasa y preciosa que resulte la almeja de las rías, los consumidores llegan hasta donde llegan.
Para los mariscadores, que la campaña de Navidad llegase con precios de las épocas de esplendor supondría un alivio. La mayor parte de las cofradías dibuja sus estrategias comerciales reservando para el tramo final del año sus mejores zonas de producción. Las abren en diciembre para, precisamente, aprovechar al máximo los días de mejores precios. Sin embargo, al margen de la alegría inmediata que pueda reportar un buen precio en la lonja, las cofradías saben que el horizonte hacia el que se dirigen los productores de la ría de Arousa es oscuro. Y es que la crisis productiva puede que dispare los precios en momentos puntuales, pero el resto del tiempo se traduce en merma de ingresos, en falta de rentabilidad, en pobreza.
Sigamos repasando las mesas navideñas. Aseguran los depuradores arousanos que la que se presenta cargada de buenos augurios es la campaña del mejillón. La marea roja parece haber dado tregua a los bateeiros, permitiéndoles extraer el bivalvo que crece en las cuerdas de las mejilloneras.
El centollo, otro de los productos estrella de las cenas y comidas de Navidad, parece que también va a venderse a precios de oro en las lonjas arousanas. A pesar de que las capturas son mejores este año que el pasado, los compradores están pagando más que en 2013 por el rey de los crustáceos. Sin ir más lejos, en la lonja de O Grove el kilo de este producto se vendió el pasado lunes a casi 19 euros.
¿Y la vieira? En la cofradía de Cambados hacen votos para que los análisis que se están realizando permitan abrir la campaña de extracción, como muy tarde, el 1 de diciembre. Así, el producto eviscerado no faltará a su cita con la Navidad.
Menos producto y más facturación
En lo que llevamos de año, las lonjas arousanas han comercializado 1.441.841 kilos de almejas y berberechos. Por ellos han facturado 14.695.370 euros. Comparemos las cifras con las del mismo período del año pasado. A 18 de noviembre, por las lonjas arousanas habían pasado 1.506.915 kilos de estos productos, que dejaron en lonja una facturación de poco más de 13,5 millones de euros. Los precios medios de todas las especies han sufrido un incremento que, aun así, no acaba de compensar la caída de la producción en la ría.
Fuente: Diario de Arousa
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