Carril avisa de que ´la presión´ de la Xunta en la lonja provoca una fuga de parquistas
Villanueva afirma que todo el marisco a subastar procede de viveros, y que los controles de talla en la rula carrilexa ahuyentan a muchos productores a vender en otros puertos
Personal de la Consellería do Mar realizó el martes una inspección en la lonja de Carril para comprobar que la almeja que se está vendiendo en la rula alcanza el tamaño reglamentaria. Mientras que la Xunta enmarca este control en un procedimiento rutinario y habitual -por otra parte no se detectaron infracciones-, el patrón mayor carrilexo, José Luis Villanueva, alerta de las consecuencias que está teniendo para la cofradía esa "presión" de la administración sobre la rula de Carril. Y es que según él, la presencia de los inspectores ha provocado "una estampida" de los parquistas hacia otras lonjas de la comarca en las que la vigilancia de las tallas es de menor intensidad.
Desde el año pasado el marisco procedente de los viveros que se vende en lonja está debe por ley cumplir un tamaño mínimo, que en el caso de la almeja babosa se sitúa en 38 milímetros. Villanueva fue desde un principio muy crítico con esta orden de tallas al considerarla "un castigo" hacia los parquistas de Carril, colectivo que aglutina el 90% de este sector en Galicia. "Es una forma de asfixiarnos y ahogarnos", critica el patrón.
Un porcentaje de las ventas en lonja se destina directamente a la cofradía. Teniendo en cuenta que debido al cese de actividad en el libre marisqueo (Os Lombos, O Bohído y Cabío), la práctica totalidad de la almeja que se subasta en la rula carrilexa procede de los viveros -según el patrón mayor-, la "fuga" de parquistas a otras lonjas cobra mayor importancia en estos momentos.
José Luis Villanueva insiste en que los 38 milímetros que debe medir la babosa como mínimo es un tamaño "que poco marisco alcanza". Para cocinar las almejas a la marinera -ejemplifica el patrón- "se demanda una almeja por debajo de esa talla porque para que llegue a ella hace falta mucho tiempo y pierde calidad". Ejemplo de ello es la que se degusta en la Festa da Ameixa de Carril.
El máximo responsable de la cofradía admite que " tiene que haber inspecciones, pero provocan desconfianza en los parquistas y se llevan la almeja a vender a otras lonjas". Así, Villanueva deja entrever que en otras rulas se está subastando almeja por debajo de la talla reglamentaria.
Una vez más, el patrón mayor carrilexo insta a la Consellería do Mar a que "reconsidere su postura" y retire la orden de tallas que obliga a los parquistas a vender la almeja con la misma talla fijada para los mariscadores que faenan en las autorizaciones de los pósitos y agrupaciones o bien en los bancos de libre marisqueo. "No es una orden de Bruselas por mucho que diga la Consellería", desautoriza Villanueva.
El que también es presidente de la Agrupación de Productores de Parques de Cultivo de Carril considera "una asignatura pendiente" la realización de una subasta específica en lonja para la acuicultura. "Pero con la orden de tallas ya no es posible", lamenta.
Los enfrentamientos entre Villanueva y la consellería de Rosa Quintana ya se remontan a años atrás. Se tratan de conflictos que lideraba la asociación de parquistas y a la que recientemente se ha unido un nuevo aliado: la cofradía. Si bien es cierto que cuando lo dirigía Fernando Franco el pósito respaldaba públicamente las reivindicaciones de los productores, desde que Villanueva tomó las riendas del organismo, la defensa de los intereses de los parquistas ha cobrado mayor intensidad.
El nuevo decreto de revisión de los viveros fue un punto fuerte de confrontación entre la administración y el sector. También la orden de tallas enfrentó a Mar y a los acuicultores carrilexos -de ellos viven unas 650 familias-. Más recientemente, el Servizo de Gardacostas de Galicia se incautó de 264 kilos de almeja en un furgón propiedad de la cofradía que se encontraba estacionando en las inmediaciones de la lonja.
Fuente:Faro de Vigo
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