La policía fotografió en un mes doce entregas de almeja de Cabo en Carril
Los agentes intentan calcular la cantidad de marisco vendida a la parquista imputada
El puente de Catoira era la ruta predilecta de muchos de los 23 imputados (cuatro de ellos detenidos) de Boiro y Noia en el marco de la operación Parque. El presunto objetivo, cada vez que se cruzaba este viaducto sobre el río Ulla, era transportar en condiciones insalubres incontables kilos de almeja extraídos ilegalmente en las concesiones de la cofradía de Cabo para, luego, ser entregados en la casa de una mariscadora de Carril con dos parcelas a su nombre destinadas al cultivo de almeja. Esta es una de las muchas conclusiones que la Policía Autonómica recogió en sus diligencias y que se apoya en abundante material gráfico que constata policialmente muchas de las transacciones denunciadas. Es más, los agentes aseguran que hubo una docena de operaciones de venta solo en un mes.
Las diligencias 981/16 revelan que el pasado mes de octubre fue especialmente intenso. El método seguido en todas las ocasiones fue siempre el mismo, según pudo comprobar el grupo Erpol de la Policía Autonómica. El marisco se depositaba de madrugada en diferentes escondites ubicados cerca de las playas saqueadas, siempre al aire libre y aprovechando la vegetación para camuflarlo. Ese bivalvo se cargaba en coches, sin respetar la más mínima garantía sanitaria en todo el proceso, y era transportado hasta Carril. Las diligencias, en este apartado, vuelven a situar al boirense José René Rodríguez como cabecilla de las operaciones y la persona que, en muchas ocasiones, se encargaba de hacer las entregas a la parquista Rosario Maneiro acompañado, en cada ocasión, de diferentes imputados.
Recuento de ganancias
Los seguimientos de los agentes de la Policía Autonómica llegan a tal punto que hasta tienen constatado de que los dos grupos de furtivos acusados (uno de Boiro y otro de Noia), cuando coincidían haciendo una entrega de mercancía, se juntaban posteriormente en un bar cercano para contar sus ganancias. Especialmente elocuente resulta el informe realizado tras un seguimiento efectuado sobre la parquista de Carril el pasado 22 de noviembre. La Policía expone: «Después de observar la actividad en el domicilio de Rosario Maneiro, y siendo las 16.00 horas, abandona su vivienda y se traslada en el vehículo Peugeot modelo Expert de color blanco (se aporta también la matrícula) a uno de sus parques de cultivo, procediendo en esta ocasión ella sola a la inmersión de almeja que tiene en dos capachos».
El seguimiento de la actividad comercial realizada por esta mujer forma parte de la investigación para intentar aclarar si las solicitudes de sembrado de marisco que es necesario requerir a la Xunta coinciden, por ejemplo, con las hechas por Rosario Maneiro, y que fueron fotografiadas para comprobar que coinciden las fechas.
Los investigadores constatan también la presencia de un tercer grupo de furtivos en Cabo que trabajan a un nivel inferior que los imputados en la operación Parque, pero que también saquean de forma sistemática las concesiones sin que se sepa, por ahora, el destino del bivalvo. Las últimas diligencias ampliatorias entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ribeira, que lleva el sumario, revelan también que la mayoría de los imputados acumulan, además de numerosas infracciones por furtivismo, delitos de robo, lesiones, amenazas, estafa o malos tratos.
Se constata la existencia de un tercer grupo de furtivos en Boiro con otra forma de actuar
«Esos mismos que fueron acusados ya están viniendo todos los días a robarnos»
Los responsables de la Cofradía de Pescadores Virgen del Carmen de Cabo de Cruz se muestran agradecidos con el trabajo realizado por la Policía Autonómica desde hace años, y especialmente por la investigación que derivó en la operación Parque. Aún así, ayer, la vicepatrona crucense, Susana Silva (que ya recibió amenazas de estos individuos durante las últimas semana mientras trabajaba o hacía labores de vigilancia en las concesiones), revela que «esos mismos que fueron acusados ya están viniendo todos los días a las playas. Esta tarde (por ayer) estaban algunos del grupo de Noia en una playa, y vimos a los de Boiro llegando a otra. A esta gente le da igual haber sido detenida: regresan un día sí y otro también a las playas pensando que el marisco es tan de ellos como de nosotros, pero se olvidan de que nosotros tenemos autorización, pagamos impuestos y trabajamos para mantener en las mejores condiciones posibles las concesiones invirtiendo dinero de la cofradía para, por ejemplo, resembrar. Y esa cría, que es la misma que ellos roban, cuesta dinero que nos están haciendo perder».
El escenario que describe Silva resulta pesimista, ya que los diferentes operativos ordinarios que hace la Policía Autonómica, o las investigaciones de recorridos para desmantelar grupos organizados, no resultan suficientes para disuadir a estos individuos. «Por el día es cierto que notamos una actividad menor que en otras épocas del año, pero por las noches, y según nos explican los guardapescas, la presencia de furtivos sigue siendo muy elevada».
Huellas de rastros
La integrante del cabildo crucense añade que, esta misma semana y en Mañóns, la orilla amaneció nuevamente con las marcas que dejan los rastros de grandes dimensiones con los cogen almeja de diferentes tamaños, incluida la que tiene una talla más pequeña.
«Resulta imposible hacer una valoración de los kilos que nos roban cada noche, o del dinero que estamos perdiendo, ya que, al ser de noche cuando actúan con más frecuencia, no podemos ver los sacos ni hacer una estimación de las pérdidas que nos generan», concluye la vicepatrona reconociendo que en estas fechas la actividad se acentúa para satisfacer la demanda de ciertas personas, a pesar del riesgo de intoxicación que implica el consumo de ese bivalvo.
Fuente:La Voz de Galicia
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