Una asamblea de mariscadoras de Carril acaba con una mujer en urgencias y presencia policial

El patrón mayor anuncia que se abrirán expedientes sancionadores por lo ocurrido esta mañana

La conflictividad sigue instalada en la cofradía de Carril. El último episodio data de ayer por la mañana, con motivo de una asamblea de mariscadoras que acabó con la Policía Nacional a las puertas del centro social de Bamio, donde se celebraba el acto. Los agentes no llegaron a intervenir porque cuando se presentaron ya había pasado lo peor y mucha gente se había ido. En Bamio se vivieron momentos de gran tensión; hubo agresiones verbales y físicas y una socia tuvo que ser atendida en el servicio de urgencias por un ataque de ansiedad.

  

Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, el patrón mayor, José Luis Villanueva, decidió suspender la asamblea y anuncia que habrá consecuencias: «Non vou consentir comportamentos como estes e estou disposto a abrir os expedientes sancionadores que sexan necesario. A xente ten que ser cívica e aceptar os resultados. Pódese falar do que queiran no capítulo de rogos e preguntas pero hai que manter unha orde», según indica el presidente del pósito. Según su versión, el altercado fue propiciado por una socia crítica con el actual equipo directivo, que sacó a colación temas que no figuraban en el orden del día, con un claro afán de reventar la asamblea.

Plan de explotación

La convocatoria de ayer tenía como objetivo aprobar el plan de explotación y presentar a las socias el nuevo personal de la cofradía, en concreto, a la secretaria y a la persona que va a encargarse de la asistencia técnica, pero el debate derivó en otras cuestiones que crisparon el ambiente. «O

plan de explotación é bo para todos, é necesario aprobalo, hai prazos que cumprir», señaló Villanueva.

El patrón mayor no renuncia a aprobarlo. Si no puede presentarlo a votación en asamblea se plantea llevarlo a la xunta xeral, pues considera que comportamientos como el de ayer no pueden hipotecar el funcionamiento de la cofradía.

Fuente: La Voz de Galicia