El conflicto de los pérmex estalla con una trifulca ante el pósito de Carril
El patrón y la pareja de una de las afectadas se denuncian mutuamente por agresión
El conflicto de los pérmex de Carril ha tomado una deriva peligrosa. Ayer, al filo de las dos de la tarde, se produjo un altercado a las puertas de la cofradía. Los protagonistas fueron el patrón mayor y la pareja de una de las mujeres cuyos permisos de explotación aún no han sido reconocidos por la cofradía. Uno y otro acudieron, tras lo ocurrido, al Hospital do Salnés. Y los dos presentaron sendas denuncias por agresión. Obviamente, el relato de hechos difiere considerablemente en virtud de quien narre la historia.
Según explica el patrón mayor carrilexo, ayer por la mañana mantuvo una reunión con las siete personas a las que la Xunta les ha concedido un pérmex. En ese encuentro les comunicó que el próximo lunes se reuniría el cabildo, el órgano que debe aceptar o no su solicitud para pasar a ser socios del pósito. También les pidió que, «como mostra de boa vontade, non baixasen á praia nin mañá [hoy] nin o luns. E todos, agás un, estiveron de acordo en facelo así». El asunto parecía zanjado. El conflicto, reconducido. Pero nada más lejos de la realidad.
Asegura el patrón mayor que, unos minutos después de terminada la reunión, cuando abandonaba el edificio del pósito en compañía de otro integrante de la xunta xeral, se encontró con que las afectadas por el conflicto de los pérmex seguían allí. La pareja de una de ellas, asegura el presidente del pósito, «estaba berrando e braceando». «Elas viñeron onda min e dixéronme que o que falaramos non podía ser, e eu díxenlles que fixesen o que cresen conveniente, que non iamos discutir por iso», relata. Fue en ese momento cuando «o home se encarou con nós, primeiro insultando á persoa que viña comigo, que foi cara a el, pero un rapaz que pasaba por alí detívoo». El ambiente acabó de caldearse y se pasó a mayores. «Botoume as mans á cara», afirma José Luis Villanueva, que asegura que «ata as mulleres que estaban alí lle pedían que se tranquilizase». «Pero non había maneira, quería encararse comigo», dice el presidente del pósito, que asegura haberse visto envuelto en la trifulca «sen comelo nin bebelo».
La historia cambia, radicalmente, si quien la cuenta es Santi Prego, el otro implicado en la historia. Reconoce que hubo una reunión en la cofradía, pero asegura que en ella no se alcanzó ningún acuerdo. «Les pidió que como gesto de buena voluntad no fuesen a trabajar. Pero ellas no pueden hacer eso, porque por no ir a trabajar les pueden quitar el pérmex. Y si quiere gestos de buena voluntad, ¿por qué no lo tiene él dándoles el código para que puedan vender en Carril? ¿Qué buena voluntad hay en engañar a la gente?».
De eso estaba él hablando con su pareja y otras compañeras de esta cuando salieron del edificio de la cofradía José Luis Villanueva y otro integrante de la xunta xeral. «En cuanto me vieron, el que iba con él vino a por mí, pero lo pararon. Así que entonces vino Villanueva, insultándome para intentar provocar, y dando patadas. Pero como no le hice caso, me dio un puñetazo».
Prego se fue al hospital donde, tras ser reconocido, le habrían diagnosticado un traumatismo ocular que hoy mismo será valorado por un oftalmólogo «por si hay que operar», además de un traumatismo craneal leve. Su pareja, que sufrió una crisis de ansiedad, presentará también una denuncia por acoso laboral.
El lunes se reunirá el cabildo para intentar desbloquear la situación creada
A pesar de lo ocurrido a las puertas de la cofradía, el patrón mayor de Carril mostró ayer su decisión de mantener la celebración, el próximo lunes, de la reunión del cabildo. Aunque los asesores legales del pósito sostienen que este está actuando conforme a la normativa en el caso de los pérmex, y que incluso se podría denunciar a los titulares de estos por furtivismo, el responsable de la entidad carrilexa considera que el ambiente se ha vuelto «moi tóxico» y considera preciso intentar rebajar la tensión. «A propia agrupación de marisqueo a pé nolo pediu así», sentencia. De ahí, explica, la decisión de convocar al cabildo para dar entrada a los nuevos socios, y de celebrar acto seguido una reunión de a pie para tramitar también su ingreso en la agrupación. «Imos seguir con todo tal e como estaba previsto. Eu entendo que as persoas afectadas por esta situación non teñen a culpa dela. Simplemente, están a ser mal asesoradas e manipuladas por outra xente que ten outros intereses, e que non quere que en Carril haxa harmonía nin paz», aseguraba ayer el presidente del pósito. Así que va a seguir adelante para intentar encontrar una salida transitoria a esta situación.
Y es que el conflicto de los pérmex, al margen del estallido que se produjo ayer, había conseguido soliviantar de nuevo los ánimos carrilexos, generando no solo una crispación innecesaria en la playa, sino provocando una reapertura de las hostilidades entre el pósito y la Consellería do Mar. Esta última ha abierto expedientes sancionadores contra la cofradía por negar a los titulares de los siete pérmex el derecho a vender su marisco en la lonja.
Fuente:La Voz de Galicia
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