El cabildo de Carril defiende la legalidad de sus acciones ante los nuevos mariscadores

El patrón mayor aclara que podrían haber sido expedientados por furtivismo, "pero acordamos esperar al lunes para darles entrada como socios y normalizar su situación"

 

El cabildo de la cofradía de pescadores de Carril, representado por su patrón mayor, José Luis Villanueva Vicente, dice haber actuado con "total legalidad y máxima transparencia" ante la aparición en escena de siete nuevos mariscadores y el conflicto social generado. El mismo que el martes desembocó incluso en una reyerta en plena calle con resultado de al menos una persona herida. 

  

Tras indicar que "todas las decisiones se adoptan a instancias de la junta general, y no por capricho ni por perseguir a nadie", Villanueva señala que el pósito "no discrimina" a esos nuevos mariscadores y asegura que tanto él como la entidad que representa están siendo "víctimas de una campaña de acoso y derribo". 

 

Después de que los siete nuevos mariscadores se vieran supuestamente privados de su derecho a trabajar y a vender el producto en la lonja carrilexa, desde la cofradía se aclara que en la reunión mantenida en la tarde del martes "se acordó con ellos" que no faenaran ayer ni el lunes, a la espera de que ese mismo día se celebre el encuentro "en el que se les dará entrada como socios, para que así puedan regular su situación y trabajar con absoluta normalidad desde el día siguiente". 

 

Al tiempo que sostiene que "un patrón mayor no puede hacer socio directa y unilateralmente a nadie, ya que estaría prevaricando", José Luis Villanueva manifiesta que "así se explicó al propio sector, y como muestra de buena voluntad se dejó claro que si bien podrían ser expedientados por furtivismo, solo les pedíamos, y la aceptaron, esa fórmula de esperar a formalizar el lunes su entrada en la agrupación antes de volver a faenar, ya como socios de pleno derecho".

Fue a la salida de este encuentro cuando apareció en escena Santiago Javier Prego García, abogado que representaría a los siete nuevos trabajadores "y pareja sentimental de una de las mariscadoras; la cual, por cierto, también aceptó esperar sin faenar hasta regular su situación". 

 

Sucede que "al pasar al lado de Prego junto a otro representante de la cofradía empezó a insultarlo y los ánimos se fueron calentando". 

 

Asegura el patrón que pidió al abogado "que se fuera de allí", pero "no lo hizo y agredió a mi compañero, como también intentó conmigo cuando quise calmar los ánimos y separarlos, tal y como hacían varias mariscadoras que se encontraban en el lugar". 

 

A raíz de esa reyerta, Santiago Prego García dice haber sufrido un fuerte golpe en la cara y tuvo que ser atendido en el hospital, donde le diagnosticaron "traumatismo craneal simple" y "traumatismo ocular". Sostiene que se lo provocó un golpe del patrón, pero éste lo niega. "No le pegué; soy yo el que tiene marcadas sus uñas en mi cara", proclama. Y pasa a detallar que "se produjo un forcejeo con dos o tres mujeres por el medio y tuve que defenderme, por eso no sé si lo que tiene Prego en la cara fue culpa mía, al tratar de apartarlo y defenderme, o le fue producido por las mariscadoras que lo agarraban". 

 

Lo que sí tiene claro Villanueva es que "fue un espectáculo bochornoso que no debe repetirse"; y esto lo lleva a concluir que "el Colegio de Abogados da un ejemplo pésimo con este señor", en referencia a Santiago Prego. 

 

Para tratar de explicar por qué se llegó a estos extremos, sentencia que "hay gente que se dedica a intoxicar con mentiras para encrespar los ánimos", y sugiere que los siete nuevos mariscadores en el centro de toda esta polémica "también son víctimas, ya que alguien los estuvo engañando y utilizando para desacreditarme y atacar a la cofradía". Su deseo, y termina, "es que con el tiempo se den cuenta de que los han manipulado y de que, como patrón mayor que soy, solo ejecuto las órdenes o mandatos de la junta general".

Fuente:Faro de Vigo