El sector reclama que se levante la prohibición de extraer babosa y fina
Rañeir@s remitirá a Mar sus datos de explotación y pedirán una nueva apertura
El viernes, la Consellería do Mar provocaba un tsunami en la ría de Arousa al comunicar al sector la prohibición de extraer almeja babosa y fina de los bancos principales de libre marisqueo(Lombos, Bohído y Cabío). Semejante orden, inédita en la ría, quitó las ganas de Carnaval a más de un dirigente de la asociación Rañeir@s Ría de Arousa. Desde esta se movió cielo y tierra para forzar la celebración de una reunión en la Consellería do Mar. Un encuentro en el que parece haberse logrado una solución para el conflicto que, recién planteado, amaga con incendiar la ría. Así, mientras los rañeiros volvían a tierra con caras largas y una cantidad exigua de marisco en sus sacos, los patrones mayores de Rianxo, A Illa y Vilanova viajaban a Santiago, masticando el enfado acumulado desde el pasado viernes.
A este atolladero se llegó, según explican algunos asistentes al encuentro, por un cúmulo de desajustes, fallos de comunicación y excesos de celo «por parte dalgunha xente da consellería». En Rañeir@s consideran, de hecho, que Mar está siendo este año mucho menos flexible en la toma de decisiones que en campañas anteriores, cuando era ella la que llevaba las riendas de la explotación de los bancos. «Véñennos a nós cunhas esixencias que antes, cando eran eles os que xestionaban, non había. O ano pasado, abriron a campaña a tope máximos cando os seus datos daban que había moito marisco pequeno. ¿E agora fannos isto a nós ‘porque non hai datos’? Están a botarnos a xente enriba», se lamentaba ayer Miguel Iglesias, el presidente de Rañeir@s. Y quiso dejar claro que «nós so propomos, é a Xunta quen decide».
Para dar la vuelta a la tortilla a esta situación, que se está tensando y mucho, desde la asociación se enviarán a la Consellería do Mar los datos extraídos de los puntos de control, para que los biólogos conozcan la evolución de los mismos y puedan hacer un seguimiento de la explotación de los distintos bancos. Además, en el caso de la zona marisquera de O Bohído se incluirán en el informe datos sobre las tallas del marisco extraído.
Una vez trasladada esa información, esta deberá ser analizada por los técnicos de la consellería. Al mismo tiempo, desde la asociación se solicitará una nueva apertura, que podría introducir, eso sí, algún recorte de capturas en la zona del río. Y es que los Lombos do Ulla siguen necesitando tiempo para recuperar su título de pulmón de la ría, por lo que es probable que en la solicitud de apertura que reformule la asociación de Rañeir@s se incluyan topes más bajos o, incluso, se establezca que no se extraiga almeja fina de esa zona de la ría.
En cualquier caso y aunque a Rañeir@s le gustaría ver este asunto resuelto hoy mismo, es probable que haya que esperar a mañana para poner el punto y final a un culebrón que ha sentado francamente mal a quienes dirigen Rañeir@s Ría de Arousa. Y es que consideran que desde la Administración se están poniendo todos los obstáculos imaginables al recién nacido colectivo. «En vez de axudarnos, todo son problemas. No mes e medio que levamos de xestión a Xunta estase levando a palma... Primeiro quince días sen reló, din que por falta de datos, e agora coa ameixa...», sentencia Iglesias. Y eso, en un momento en el que, recalca desde A Illa Juan Rial Millán, «estamos facendo máis esforzos ca nunca por coidar o que hai».
«As familias teñen que comer, pero deste xeito non sacamos nin para gastos»
La imposibilidad de coger almeja fina o babosa ha sido un duro mazazo para los profesionales; un contratiempo que el rianxeiro Iván Filgueira traduce a números: «Somos dous na embarcación e estábamos sacando ao día entre 65 e 70 euros, porque a cotización do quilo de fina oscila entre os 22 e os 30 euros. Coa prohibición, o xornal quédase na metade, 30 ou 40 euros, porque a xaponesa ten un prezo baixo e o berberecho, máis aínda».
Los números no cuadran e Iván Filgueira no oculta su preocupación: «Isto é unha ruína. As familias teñen que comer, pero deste xeito non sacamos nin para gastos. A cotización á seguridade social subiu, hai que pagar o gasóleo, que son sobre 30 euros á semana, agora tócanos facer a declaración do trimestre. Todo son gastos».
Visiblemente enfadado, este mariscador de Rianxo, que actualmente está trabajando en el banco de Os Lombos, se muestra crítico con la decisión de Mar: «Non se pode chegar dun día para outro e pechar a extracción. Haberá que mirar como están os bancos, facer mostraxes en cada un deles».
Los profesionales afirman que faenar en el libre marisqueo resulta cada vez más complicado porque, a la escasez de recurso existente, se unen los bajos precios de la mayoría de las especies y, ahora, la medida adoptada por la Xunta: «O berberecho estase pagando a dous euros o kilo. Non sei como imos aguantar», comenta Iván Filgueira, quien asegura que dedicarse a esta actividad resulta cada día más complejo.
Fuente: La Voz de Galicia
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