Cofradías y depuradores lanzan un SOS a Xunta y Estado para poder sobrevivir a este "desastre"
No están obligados a cerrar aunque el marisco no es producto de primera necesidad - "Es incomprensible", claman - Aproamar avisa: "Seguir las directrices de la Consellería es un suicidio colectivo porque no van a cobrar"
"La magnitud del desastre es tal que nuestras propuestas de ayudas son hoy indispensables". Son palabras de las cofradías, depuradores y otras empresas de moluscos de Galicia que han hecho piña emitiendo un comunicado conjunto para pedir auxilio a las administraciones, con el objetivo de poder sobrevivir a "los efectos demoledores" que la crisis sanitaria del coronavirus está dejando en un sector económico clave en la ría de Arousa como es el marisqueo, que clama por un cese de actividad que no llega, ya que la Consellería do Mar asegura no ser la administración competente para autorizarlo tras el decreto del estado de alarma.
La propia conselleira, Rosa Quintana, reiteró ayer su ofrecimiento al sector, entregándole un informe que acredita un descenso de la facturación del marisqueo a pie y a flote superior al 77% (las ayudas recogidas en el decreto fijan un mínimo del 75%) "para que lo usen ante el ISM para justificar el cese de actividad". No obstante, desde la asociación Aproamar, Alberto Muñoz advierte de que seguir las directrices de la Consellería para acogerse a la prestación "es un suicidio colectivo". "Si solicita cada cofradía la cancelación de sus planes de explotación, dentro de dos o tres meses llegarán las resoluciones del ISM denegadas y será un caos. Ya hay sentencias al respecto", avisa Muñoz, quien recuerda que Asturias acaba de decretar el cierre del marisqueo a pie y del percebe.
El escrito de las cofradías y depuradores remitido tanto a la Xunta de Galicia como al Gobierno central solicitando apoyo económico urgente se hizo público al día siguiente de que la Consellería do Maranunciase los pasos a seguir para que rañeiros y mariscadoras solicitasen el demandado cese de actividad.
Aunque el marisco no es un producto de primera necesidad, su extracción (marisqueo a pie y a flote, parques de cultivo y bateas) y depuración no son actividades que el Real Decreto del estado de alarma obligue a paralizar. "Algo incomprensible", opina el sector, que trabaja con "productos muy perecederos, lo que complica su logística ya que no son aptos para el acopio".
La hostelería está cerrada y los ciudadanos no acuden a los supermercados a comprar mariscos, "por lo que son pospuestos ante otros alimentos que son más necesarios ante una crisis de esta magnitud".
Algunas lonjas ya han cerrado y otras lo harán a lo largo de esta semana -anuncian las cofradías-, ya que además de que "el descenso de las ventas ha sido radical", los trabajadores del mar advierten de que resulta complicado garantizar la seguridad para no contagiarse. "Desde la Consellería do Mar se han dado recomendaciones para dirigir el desarrollo de la actividad pesquera y marisquera que, aunque son bien acogidas por el sector, en la realidad diaria son inejecutables porque resultan incompatibles con las características intrínsecas de la propia actividad profesional".
Los firmantes del escrito (entre ellos la asociación Agade o los patrones de A Illa, Cambados y Vilanova, entre otros) solicitan a Xunta y Estado "que adopten medidas urgentes, potentes y extraordinarias para mitigar las consecuencias económicas y laborales de esta crisis sobre nuestro sector". Algunas son a negociar con la Comisión Europea.
Entre la amplia batería de propuestas figura la suspensión provisional de los planes de gestión vigentes en Galicia "derivada de causa de fuerza mayor" mientras dure el estado de alarma, una medida exigida "de forma unánime" por "todos los operadores del sector fresco" (cofradías y depuradores). A medio plazo, liberar al sector "de la urgencia de cargas tributarias de todo tipo" que gravan una actividad que ahora no existe, como por ejemplo cánones de ocupación de Costas y Puertos o la tasa G4 devengada por las ventas del molusco en las lonjas. También plantean recurrir al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para compensar las pérdidas mediante una serie de modificaciones.
Fuente: Faro de Vigo
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