Identificados cuatro furtivos en la zona de Os Lombos
Un operativo conjunto desarrollado por los vigilantes de la Cofradía de Carril y agentes de la Policía Autonómica permitió identificar en la madrugada del martes al miércoles a cuatro furtivos que habían estado mariscado ilegalmente en la zona de Os Lombos do Ulla. El operativo policial se desplegó a las once de la noche y se prolongó hasta las tres de la mañana, hora a la que fueron detenidos los ocupantes de un vehículo en el que se encontraron varios capachos llenos de almeja babosa.
Al parecer, los agentes estuvieron durante horas vigilando a varios grupos de furtivos -alrededor de una docena- que trabajaban en varios puntos de Os Lombos. A eso de las tres de la mañana, una parte de los mariscadores ilegales dieron por terminada la jornada. El operativo se centró, entonces, en un grupo de personas, que abandonaron el mar entre la gasolinera de Carril y los semáforos de Bamio. Los agentes tienen bien estudiado el modus operandi de los furtivos: en cuanto salen de la playa, dejan el marisco en un lado, los aparejos en otro, y se cambian de ropa en un tercer punto, a fin de minimizar riesgos en caso de ser descubiertos.
Precisamente por eso, los agentes que vigilaban a los furtivos identificados esperaron a que estos se cambiasen, recogiesen el producto que habían extraído y se subiesen al vehículo que acudió a buscarlos. Luego, detuvieron el coche.
En el interior del citado vehículo se encontraron ocho capachos de almeja babosa de talla pequeña. El marisco fue trasladado a la lonja de Carril, donde se pesó: eran 356 kilos de almeja. Además, se decomisó un raño y el vehículo en el que fueron descubiertos los mariscadores ilegales: cuatro personas que fueron identificadas en la Comisaría de Policía de Vilagarcía. Una de esas cuatro personas se dedica, durante el día, al marisqueo legal en la cofradía de Carril. El material decomisado fue depositado en Vilaxoán, en la base del servicio de Gardacostas.
La presencia de furtivos en la zona de Os Lombos ha sido denunciada una y mil veces tanto por las directivas de las cofradías como por los profesionales que faenan en esa zona. La acción de los mariscadores ilegales es un problema muy serio, ya que además de mermar el producto que hay en los fondos, el trabajo de los furtivos daña seriamente la cría y el marisco que queda en el mar.
Fuente:LaVoz de Galicia
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