Los mariscadores de a flote cuestionan el criterio para decidir el ´cese de actividad´
No entienden como 194 embarcaciones presentan dudas cuando todas ellas se dedican a lo mismo ni el requisito que se les impuso para optar a recibir las prestaciones
El marisqueo a flote vive pendiente de la decisión que adopten las administraciones sobre el cese de actividad.
En total 358 embarcaciones, que se dedican al marisqueo y que participaron en la campaña de libre marisqueo este año, solicitaron acogerse al cese de actividad decretado el pasado mes de enero, pero la criba que puede realizar la administración, supone una amenaza para muchos de ellos, que temen quedarse fuera de las prestaciones económicas pese a haberse acogido al paro.
En la última reunión mantenida entre los patrones mayores y el Instituto Social de la Marina (ISM) se informó a estos de que de los 358 expedientes, solo 164 superaban los requisitos, mientras que otras 194 presentaban dudas y corrían el riesgo de quedarse fuera de unas prestaciones que se comenzarán a recibir en el mes de abril.
Este dato "nos preocupa, ya que en un principio se nos dijo que el requisito era que las embarcaciones que se podían acoger al cese de actividad deberían haberse dedicado al marisqueo, pero parece que existen más que no conocemos", explicaba ayer un mariscador de A Illa.
"Los bancos marisqueros estaban como estaban, por eso hemos parado, pero si no se nos reconoce el cese de actividad, nos exponemos a quedarnos sin ningún tipo de ingreso económico durante varios meses, algo que no nos podemos permitir", explicaba ayer otro de los marineros.
No sería la primera vez que ocurre esto. Hace dos años, en otro paro obligado por la ausencia de capturas, el sector se acogió al cese de actividad, pero se encontró con que no todos los armadores de las embarcaciones recibieron prestaciones económicas por el paro. El motivo que se alegó desde las administraciones en aquel momento fue que muchas de esas embarcaciones poseían Permex para otro tipo de artes, además del de marisqueo.
En el sector, ante el temor de quedarse sin las prestaciones del cese de actividad, ya se han levantado algunas voces que alientan a las movilizaciones para exigir a la administración que cumpla con su compromiso.
Las Cofradías de la ría de Arousa están informando de estos datos a sus socios, además de recordarles que recibirán la comunicación de si se acepta o no el cese de actividad en cada caso a través del correo en los primeros días del mes de marzo.
Un ejemplo de ello fue la multitudinaria asamblea que se celebró ayer en el salón de actos del Concello de A Illa, donde el patrón mayor, Juan José Rial Millán, explicó el encuentro mantenido entre los responsables de los pósitos de la ría y el ISM el pasado lunes.
En esa asamblea muchos de los marineros ya expresaron su preocupación por la inseguridad que les ofrecen esas "194 dudas" que suponen que un considerable número de mariscadores pueden quedarse sin ingresar un solo euro durante los dos meses de paro.
Aquellos que sí se encuentren entre los que han superado la criba impuesta por la administración, comenzarán a recibir sus prestaciones a partir del 10 de abril, aproximadamente.
Malestar por la obligación del botiquín
Otro de los temas candentes que existen en estos momentos en el sector marisquero es la instalación de un botiquín a bordo. Esa obligación se hará efectiva a partir del 1 de julio y puede provocar que aquellas embarcaciones que no cuenten con este servicio se queden sin despachar en Capitanía Marítima, o al menos, tener muchos problemas para ir al mar.
Esa especie de ultimátum que existe en la instalación del botiquín en cada una de las lanchas de marisqueo ha causado un importante malestar entre los marineros que no entienden los motivos, sobre todo si se tiene en cuenta que la flota marisquera de la ría de Arousa "se encuentra a cinco minutos del puerto más cercano, por lo que si ocurre una emergencia, podemos llegar a tierra en un instante", explicaba ayer un marinero. En el interior de ese botiquín "van a figurar una serie de fármacos y otros elementos médicos que ninguno de nosotros sabemos utilizar ¿Quien se va a arriesgar a darle a un compañero una determinada medicina o coserle una herida? No creemos que instalar este elemento nos ayude a cubrir urgencias, sino que significa un gasto más para un objeto que lo único que va a ocupar es espacio en la embarcación y no va a suponer un salto cualitativo en nuestra seguridad".
Los patrones están negociando con la administración la posibilidad de que ese botiquín sea lo más básico posible y pueda limitarse a una simple mochila y no a la propuesta que se pretende instaurar, que consiste en un compartimento estanco para evitar que puedan mojarse las medicinas y los utensilios que se guardan en él.
Fuente:Faro de Vigo
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