La almeja antirreglamentaria de Carril también llega hasta la lonja de Vilanova

Gardacostas, como ya hiciera en la "rula" carrilexa, constató que en la vilanovesa se vende bivalvo "ilegal", o al menos se intenta -Identifican a 18 furtivos más en la ría

El furtivismo, tanto si es "legal" -el que practican personas con permiso para pesca o marisqueo que incumplen vedas, cupos o tallas-, como si se trata del marginal o del profesional, sigue haciendo estragos en la ría. Y no solo se aprecia en los bancos marisqueros, sino también en las propias lonjas.

Prueba de ello es lo sucedido el miércoles en larula de Vilanova, donde los agentes de Gardacostas de Galicia decomisaron durante una inspección 376 kilos de almeja babosa de talla antirreglamentaria, y vender producto con ese pequeño tamaño, quiérase o no, también es considerado furtivismo.

Explican en la Xunta que la almeja en cuestión procedía de Carril, donde, por cierto, el pasado mes de diciembre un operativo del servicio de Gardacostas, Policía Autonómica y Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil se saldó con el decomiso de 280 kilos de bivalvo, 264 de ellos requisados en el interior de un furgón perteneciente a la cofradía carrilexa. Aquel producto fue interceptado porque tenía una talla inferior a los 38 milímetros reglamentarios, y por tanto se considera "ilegal".

Con la almeja decomisada el miércoles en la lonja vilanovesa -esos 376 kilos podrían alcanzar un precio en el mercado de unos 5.500 euros- ocurre exactamente lo mismo que en Carril, de ahí que en la Consellería do Mar vuelvan a recordar que el tamaño mínimo de la babosa, también de la procedente de los bancos y parques carrilexos, es de 38 milímetros.

Este dispositivo en el puerto de Vilanova parece demostrar que Gardacostas no se limita a controlar y "presionar" a Carril, como denunciaba el patrón mayor, José Luis Villanueva, a principios de mes.

Y al mismo tiempo el operativo en la lonja vilanovesa debe considerarse un nuevo golpe al furtivismo, aunque parezca claro que por muchos golpes que se den esta lacra sigue latente en la ría. Prueba de ello, también, es que como se explicaba ayer, a principios de semana Gardacostas identificó a otros 14 furtivos en aguas de Arousa Norte (Barbanza). Y ahora hay que añadir que el miércoles el mismo servicio, junto con la Policía Autonómica, realizó la identificación de otras 18 personas que mariscaban de manera ilegal, aunque eso de identificarlos una y otra vez parezca servir de poco.

Lo hacían en O Chazo, A Retorta, Praia Xardín y Raposiños -Boiro y A Pobra-, es decir, algunas de las zonas preferidas para los furtivos, a quienes esta vez los agentes pudieron decomisar 30 kilos de babosa -con un precio estimado de 400 euros- y cuatro rastrillos, un utensilio habitualmente empleado para mariscar.

Fuente:Faro de Vigo