La Xunta investiga 30 focos contaminantes en Arousa sur
La cifra se dispara si se suman los vertidos puntuales que se detectaron
Augas de Galicia parece tener sometida a la costa arousana a un riguroso control. Al menos, eso es lo que piensan los patrones mayores y los responsables municipales que la pasada semana se reunieron con técnicos de esta Administración para conocer la situación de la ría en lo que a contaminación se refiere. Los asistentes al encuentro salieron del mismo sorprendidos de la cantidad de focos que se fueron colocando sobre el mapa. Había puntos negros, puntos rojos y puntos amarillos. Los primeros eran los vertidos graves, los persistentes, los que aparecen una y otra vez en los controles que se realizan. Los rojos son los puntos «en investigación»: son los que surgen con una frecuencia preocupante. Entre unos y otros, en Arousa sur tenemos una colección de treinta focos contaminantes.
Considerados como graves solo aparecen dos. Los dos, en el término municipal de Cambados. Según explicaba el concejal Víctor Caamaño, ambos son bien conocidos por el Concello, por la Cofradía y por todo aquel con cierta sensibilidad con los problemas ambientales: O Facho y O Saco de Fefiñáns. El efecto de la contaminación en la segunda de estas zonas es evidente: sus aguas están calificadas como C. Es decir: su calidad no permite la venta para su comercialización del marisco que en ellas se cría. El otro vertido grave detectado, el de O Facho, cae dentro del ámbito de influencia de la cofradía de O Grove pese a ser territorio cambadés. El patrón mayor del pósito meco, Antonio Otero, asegura que los informes apuntan a que «a situación alí está mellorando bastante». Aún así, el punto sigue siendo, de momento, negro.
Por lo demás, Augas de Galicia habla de 28 vertidos «en investigación» en la zona sur de la ría de Arousa. De ellos, trece afloran al mar en la costa de Vilanova. Esa cifra, coloca a ese municipio, con mucha diferencia, en el puesto de cabeza en lo que a este problema ambiental se refiere. El número, asegura la patrona mayor de Vilanova, aumenta considerablemente si se tienen en cuenta los vertidos puntuales, que, pese a estar controlados, no figuran en la tabla de datos hecha pública por Augas de Galicia. «De moitos deles non tiñamos constancia», dice Vales, que como mariscadora que es conoce bien la costa vilanovesa. «Non tiñamos idea de que a situación da rede de saneamento fora esta, de que houbera tantos problemas por solucionar», señala.
La necesidad de poner cifras al problema también en los ríos
Según el informe facilitado por el departamento de Augas de Galicia, en el término municipal de O Grove se están investigando tres puntos conflictivos, cuatro en A Illa y otros cuatro en Vilagarcía. En Cambados, además de los dos vertidos graves de O Facho y O Saco de Fefiñáns, hay otros cuatro que reclaman la atención de la Administración por su constancia. Ribadumia y Meaño -quizás por su escasa fachada marítima- son los únicos municipios que pueden presumir de tener un cero en las casillas de vertidos consolidados. Pero los vertidos directos al mar no son los únicos que preocupan a quienes viven de este. En las cofradías son conscientes de que los focos de contaminación que se encuentran en los márgenes de los ríos también tienen sus efectos sobre la ría, y por eso reclaman un mayor control, también, sobre qué es lo que pasa aguas arriba. También piden que se extreme el control en los propios sistemas de saneamiento, que en demasiadas ocasiones generan problemas.
Fuente: La Voz de Galicia
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